Más de 900 jóvenes sevillanos han participado este año en los campamentos de verano que la asociación de Scouts de Sevilla MSC ha organizado. Quince días de “aventura, superación, naturaleza y, sobre todo, convivencia”, así lo describen los miembros del Consejo de Scouts de Sevilla MSC, órgano de gobierno de la organización. Este año, como novedad, siete de los nueve grupos que forman parte de ella, han decidido compartir en parejas estas actividades.
Así, los Grupos I Norte y Grupo IV Montequinto, pertenecientes a las Parroquias de San José Obrero y San José de Calasanz respectivamente, ponían rumbo a Gredos, mientras que el Grupo II Pirados y el Grupo X Heliópolis, de las Parroquias de Nuestra señora de los Ángeles y Santa Ángela de la Cruz y San Antonio María Claret, lo hacían hacia Árzua, Galicia. EL Grupo III Aljarafe, de la Parroquia del Espíritu Santo, viajaba hasta Cuenca acompañado del Grupo Scout San Juan, desarrollando su campamento muy cerca del Grupo VIII Triana-Los Remedios, de la Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios, que iniciaba su andadura en solitario. También iba solo el Grupo VII de Nervión, de la Parroquia Cristo del Perdón hasta Vinuesa, en Soria. Completaban los hermanamientos los Grupos V-Casco Antiguo de la Parroquia de San Vicente y el Grupo XXIII El Porvenir, de la Parroquia de San Sebastián, que en este caso apostaron por cruzar la frontera y realizar su campamento en Portugal.
Durante estos campamentos los niños y jóvenes rechazan cualquier tipo de comodidad (duermen en el suelo, comen menús sencillos elaborados por los mismos voluntarios y en muchas ocasiones se asean con cubos de agua del río a temperatura ambiente), pero, según el Consejo del MSC, “son estas cosas las que nos hacen disfrutar y enriquecernos en comunidad”. Precisamente en estas condiciones “afloran los verdaderos valores de las cosas y el trabajo en equipo y la ayuda mutua adquieren su verdadero valor”
De la mano de más de cien monitores voluntarios, y con la ayuda de más de sesenta voluntarios de apoyo, los niños han desarrollado diversas actividades: rutas de senderismo, manualidades, acciones de concienciación y denuncia de las realidades sociales más actuales, así como practicar la misericordia en residencias de ancianos o colaborar en los pequeños pueblos donde han sido acogido. Con todo ello, “lo niños vuelven siendo más conscientes del mundo que les rodea, de todo lo que queda por hacer, y de que ellos son los protagonistas de ese cambio”, aseguran los miembros del órgano de gobierno. Igualmente, ha habido tiempo para hacer referencia a la segunda encíclica del papa Francisco, ‘Laudato Si’. Los Scouts ven necesario “adquirir consciencia del regalo de la Creación, nuestra Casa Común”, por lo que “nuestro objetivo último es hacernos responsables y protagonistas de su cuidado, asumiendo la tarea de impulsar a mejorar el ambiente del hogar y la familia universal que formamos, dejando el mundo más justo, mejor de cómo lo encontramos”
Desde la asociación católica han realizado una valoración “sobresaliente” del desarrollo de su proyecto educativo, que han resumido en “educar en la Responsabilidad, en el Entorno Cercano y en la Fe Católica para formar a personas conscientes y comprometidas”.
