LECTURAS DEL VIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO C

Archidiócesis de Sevilla
Archidiócesis de Sevillahttps://www.archisevilla.org/
Sede metropolitana de la Iglesia Católica en España, y preside la provincia eclesiástica de Sevilla, con seis diócesis sufragáneas.

LECTURAS DEL VIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO C

Primera Lectura

Eclesiástico 27, 4-7

No elogies a nadie antes de oírlo hablar

Cuando se agita la criba, quedan los desechos; así, cuando la persona habla, se descubren sus defectos.

El horno prueba las vasijas del alfarero, y la persona es probada en su conversación.

El fruto revela el cultivo del árbol, así la palabra revela el corazón de la persona.

No elogies a nadie antes de oírlo hablar, porque ahí es donde se prueba una persona.

Salmo Responsorial 

Salmo 91

R/ Es bueno darte gracias, Señor.

– Es bueno dar gracias al Señor y tocar para tu nombre, oh Altísimo; proclamar por la mañana tu misericordia y de noche tu fidelidad.

– El justo crecerá como una palmera, se alzará como un cedro del Líbano: plantado en la casa del Señor, crecerá en los atrios de nuestro Dios.

–  En la vejez seguirá dando fruto y estará lozano y frondoso, para proclamar que el Señor es justo, mi Roca, en quien no existe la maldad.

Segunda Lectura

Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 15, 54-58

Nos da la victoria por medio de Jesucristo

Hermanos: Cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: «La muerte ha sido absorbida en la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón?». El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado, la ley. ¡Gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo! De modo que, hermanos míos queridos, manteneos firmes e inconmovibles. Entregaos siempre sin reservas a la obra del Señor, convencidos de que vuestro esfuerzo no será vano en el Señor.

Evangelio del día

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 6, 39-45

De lo que rebosa el corazón habla la boca

En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos una parábola:«¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?

No está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.

¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame que te saque la mota del ojo”, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano.

Pues no hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.

El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa el corazón habla la boca».

Comentario bíblico de Antonio J. Guerra

Continúa Jesús el discurso que comenzó con las Bienaventuranzas. Se está dirigiendo a aquellos que quieren seguirle. El texto evangélico saca a la luz, y lo hace con parábolas, la conducta de quienes se ponen como guías de sus propios hermanos. La enseñanza de Jesús emplea fuertes contrastes y se dirige a sus oyentes para ponerles en guardia contra el peligro de la presunción que conduce a la ruina. Jesús desmantela de modo claro una posible actitud interior en quien ejerce un ministerio de guía respecto a sus hermanos. A contraluz emerge una apremiante invitación de Jesús a la humildad, a la verdadera humildad, gracias a la cual los que son guías no se ponen a juzgar a sus hermanos, sino que, a lo sumo, se exponen de manera voluntaria a la corrección fraterna recíproca.

La comparación del árbol y sus frutos es un hilo conductor que atraviesa las lecturas de hoy, incluido el salmo responsorial. El evangelio de hoy quiere hacernos entender que sólo quien tiene un corazón bueno puede ser el árbol bueno que produce frutos buenos.

Es notable la insistencia de Jesús en la necesidad de apuntar a la interioridad del hombre, o sea, a su corazón, y superar la mera exterioridad, típica de los fariseos, que él denuncia con frecuencia. Es, efectivamente, en el corazón, entendido en sentido bíblico, donde se engendran, según Jesús, las decisiones más profundas del hombre, esas que determinan la orientación radical de la vida. Si esta orientación está profundamente arraigada en Dios y en su Palabra, no puede producir más que frutos buenos.

The post LECTURAS DEL VIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO C first appeared on Archidiócesis de Sevilla.

Ver este artículo en la web de la diócesis

Contenido relacionado

‘Cuaresma del Año Jubilar 2025’, carta dominical del arzobispo de Sevilla del 2 de...

Monseñor José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla, publica el próximo...

La Archidiócesis de Sevilla en el encuentro “Reto diocesano: Comunión en la diversidad”

La Archidiócesis de Sevilla estuvo presente en las Jornadas de Vicarios:...

Fallece el sacerdote Manuel Muñoz Viedma a los 93 años

En el día de hoy, 26 de febrero, ha fallecido el...

Enlaces de interés