La congregación Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor celebra su 50 Aniversario en Sevilla, «50 años entregando y cuidando la vida», según destaca la superiora de la comunidad de Sevilla, Marisa Cotolí.
Esta congregación nació en España el 2 de febrero de 1870 y fundó en la capital hispalense el 25 de noviembre de 1961, un día especialmente señalado por el desbordamiento del río Tamarguillo, afluente del Guadalquivir. Situadas en el barrio de Nervión, durante los primeros 30 años la congregación atendió a menores en riesgo social y en los últimos cinco años a madres gestantes. Más tarde, en 1991, la comunidad de hermanas se desplazó al barrio de la Alameda, donde actualmente viven y en el que desarrollan un proyecto de acogida y atención integral a mujeres en situación de exclusión social, cuyo principal activo es el Centro Al Alba (en la imagen, uno de los talleres que se desarrollan en este centro).
Cotolí destaca que «el carisma oblata y la misión, configuran en las hermanas, laicos y voluntarios, que forman parte de la familia oblata, un estilo de vida que se expresa en una implicación solidaria con la mujer».
Durante cincuenta años, hermanas y colaboradores han vivido y viven «con la certeza de que el sufrimiento, el conflicto y la injusticia, que se palpa en el vivir cotidiano, no tienen la última palabra. El carisma recibido –añaden- da la fuerza para permanecer en medio de estas situaciones y seguir apostando por la vida, impulsados por un amor inclusivo, al estilo de Jesús de Nazaret».
Celebración del 50º aniversario
La comunidad de hermanas oblatas en Sevilla invita a festejar los 50 años de la historia de la congregación en esta ciudad, «una historia tejida con distintas realidades y que mucho tiene que ver con la vida y el amor».
El sábado 19 de mayo se celebrará una Eucaristía en la basílica de Santa María de la Esperanza Macarena a las diez menos cuarto de la mañana. Esa tarde, a las ocho, habrá una gala conmemorativa de esta efemérides en el Hogar Virgen de los Reyes, junto al Parlamento de Andalucía.