La vida humana, un don sagrado inviolable

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La vida humana, un don sagrado inviolable

Pro Vida Mairena del Alcor (Sevilla) es una asociación que trabaja por el reconocimiento del derecho a la vida de todos los seres humanos desde su concepción hasta su muerte natural.

La asociación nació a raíz del llamamiento en contra del aborto que hizo el papa Juan Pablo II en su primera visita a España en el año 1982. Entre otras cosas dijo: “…Hablo del respeto absoluto a la vida humana, que ninguna persona o institución, privada o pública, puede ignorar. Por ello quien negara la defensa a la persona humana más inocente y débil, a la persona ya concebida, aunque todavía no nacida, cometería una gravísima violación del orden moral. ¡Nunca se puede legitimar la muerte de un inocente! ¿Qué sentido tendría hablar de la dignidad del hombre, de sus derechos fundamentales, si no se protege a un inocente, o se llega incluso a facilitar los medios o servicios privados o públicos para destruir vidas humanas indefensas?”

Ana Troncoso es miembro de la junta directiva de Pro Vida Mairena de Alcor desde 2017.

¿Cómo se vertebra la labor de acogida de las madres que se acercan a la Asociación?

Como una labor hermosa pero difícil. Requiere de unos carismas concretos en el grupo de atención directa a madres, carismas que favorezcan la empatía y el acercamiento y que den seguridad y confianza a la madre. Ellas deben percibir que son importantes para nosotros, que vamos a compartir su situación y buscar soluciones reales; tienen que comprobar que realmente no están solas.

Este primer contacto es importantísimo y se lleva a cabo con la entrevista de valoración inicial. En ella conocemos los problemas reales y sentidos por la mujer- madre y la urgencia de actuar sobre ellos.

¿Cuáles son los perfiles de las mujeres que piden ayuda?

Se trata de mujeres del medio rural principalmente. Los perfiles han ido cambiando en el tiempo. Hace unos años solicitaban nuestra ayuda madres jóvenes en situación marginal, en las que el aborto era utilizado como método contraceptivo; madres residentes en poblados chabolistas y en riesgo de exclusión social, mayoritariamente de nacionalidad española y portuguesa.

Las principales demandas eran ayudas básicas de alimentación.  En estos últimos años el perfil de la madre solicitante ha pasado a ser de mayor edad, con poca o nula formación académica, con escasa información de los recursos comunitarios, de nacionalidad española, con uno o dos hijos.  Ha habido un aumento importante de familias monoparentales y migrantes de origen sudamericano, manteniéndose el perfil de madres migrantes de nacionalidad marroquí, casadas y con dos o más hijos.

¿Cuáles son sus principales demandas?

Las demandas de ayudas son generalmente de atención básica (alimentación infantil y de adultos), ropa y enseres para bebés. Otras ayudas solicitadas están relacionadas con casas de acogidas, asesoramiento legal, médico, laboral y psicológico.

¿En qué se concreta el proyecto Acogida a Madres No estás sola?

En un trabajo protocolizado y sistemático mediante actividades y acciones, cuyo objetivo general es dar respuesta personalizada y de calidad a toda mujer embarazada o con hijos menores de tres años en situación de vulnerabilidad que vivan en la provincia de Sevilla: medidas de acompañamiento, ayudas básicas de alimentación, higiene, canastillas. También, banco de alimentos, fondo europeo para las familias más desfavorecidas, asesoramiento legal, laboral, médico y psicológico, red de grupos de apoyo, formación mediante cursos y talleres.

¿Un balance del año pasado?

Durante el 2022 hemos realizado dos cursos y diez talleres, todos relacionados con las necesidades de las madres participantes en el proyecto Acogida a Madres.  Trabajamos en red con los distintos servicios sociales comunitarios, incluidos los informes necesarios para que las madres participantes puedan acceder a las ayudas del Fondo Europeo. Así como con el Proyecto Ángel, a nivel diocesano.

El Sí a la vida tiene que ser, ahora más que nunca, con hechos y palabras, una misión que nos involucre a todos. ¿No es así?

Totalmente. La vida humana es un don sagrado inviolable.  Si nos diéramos cuenta de nuestra importancia, lo que significa ser hombre, cambiaría totalmente la visión de nosotros mismos y de los demás. El hombre es la criatura de Dios, su obra más perfecta y amada, a imagen suya nos creó.

Hoy se viola esa sacralidad a través de leyes que, no solo matan a la persona en el vientre de su madre con el aborto o al anciano que está en su recta final con la eutanasia, sino que matan a la sociedad, que poco a poco va perdiendo la capacidad de discernir entre el mal y el bien, entre lo éticamente bueno y lo éticamente malo.

Una labor no exenta de luces y sombras de la labor que realizan ¿no es así?

En todos estos años se nos han presentado bastantes casos difíciles. Voy a comentar el caso de una chica sin pareja estable, con una hija de dos años, sin techo y embarazada de ocho semanas, que contacta desesperada con nosotros. Llama al teléfono de guardia, que está disponible las 24h y los 365 días del año, y entre llantos nos cuenta su historia. Estaba en una situación extrema, incluso corría riesgo su vida, no solo la del bebé. Vivía a 30 kilómetros de la sede de Pro vida y necesitaba una actuación rápida.

Sobre la marcha fuimos a su encuentro.  La realidad superaba lo esperado: sola, con un bebé de dos años en un cobertizo sin luz ni agua, sin papeles y con deudas. Confió en el equipo desde el primer momento y juntos fuimos dando pasos hasta hoy. Su segundo bebé tiene ya tres años, vive en una vivienda digna, está empadronada y tiene escolarizadas a sus hijas. Acaba de terminar su acompañamiento en el proyecto.

¿Cuántas mujeres han atendido en los últimos años?

En 2021 y 2022 participaron en el proyecto Acogida 120 madres. Durante estos mismos años, 96 fueron atendidas de forma puntual. En total, 216 madres en la provincia de Sevilla.

Sobre el voluntariado necesario para continuar adelante con la labor, ¿Qué tipo de ayuda necesitan?

Voluntariado joven y comprometido en la defensa de la vida.

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