El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, fue investido doctor honoris causa en Humanidades y Teología por la Universidad Católica Santa María de la Antigua (USMA) de Panamá, en un acto académico solemne celebrado en el Auditorio Benjamín Ayechu, la tarde de este lunes.
La ceremonia de investidura fue presidida por el Gran Canciller de la Universidad, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá y por el rector magnífico de la Universidad Santa María la Antigua, Francisco Javier Blanco.
Ante una imagen del Crucificado, el arzobispo hispalense recitó el Credo. Seguidamente recibió los atributos propios de la nueva dignidad de doctor honoris causa: el birrete, distintivo del alto magisterio; el libro de la sabiduría, símbolo del cultivo de la ciencia y del desarrollo del talento de cada persona; el anillo, que evoca el privilegio de firmar, sellar dictámenes y consultas en alianza con la ciencia y la profesión; la medalla de Santa María la Antigua, símbolo de la identidad de la institución universitaria y, un pergamino, en el que consta el grado académico conferido. El rito de entrega finalizó con un abrazo fraterno de bienvenida al claustro doctoral de la USMA.
El rector magnífico de la Universidad Santa María la Antigua, Francisco Javier Blanco dedicó unas palabras de agradecimiento a monseñor Saiz Meneses y mencionó algunas de las motivaciones para conceder esta distinción al arzobispo de Sevilla. “A la Universidad Santa María la Antigua nos honra su incorporación al claustro doctoral. Reconocemos en este día su entrega a la misión evangelizadora y su compromiso con la historia compartida para fortalecer el significado espiritual y cultural de Santa María la Antigua, su impulso en el fortalecimiento de estas relaciones históricas y culturales, así como su contribución a la Iglesia universal, comprometido con la dignidad humana y la cultura de paz”.
‘La Iglesia de Sevilla entre España y el Continente de la Esperanza: Madre espiritual de la primera Diócesis en tierra firme, Santa María la Antigua’. Este ha sido el título de la conferencia que monseñor Saiz Meneses impartió en el trascurso de la ceremonia de investidura. Durante su intervención subrayó que la mariología contemporánea comprende que María es, teológicamente, “el espacio humano donde Dios asume la historia y la carne, y donde la humanidad le ofrece su respuesta y adhesión”. María es la mujer que “hizo posible que Dios pudiera llegar hasta nosotros”. Por ello, “toda mariología auténtica ha de ser cristología prolongada: María no retiene a Cristo para sí, lo sostiene en sus brazos para ofrecerlo. Ella es madre, pero su maternidad no se realiza por posesión, sino por entrega, porque su gesto es siempre de apertura: abre camino a Cristo, lo muestra y lo dona. Ese gesto es el mismo que la Iglesia está llamada a imitar”.
En esta línea reflexionó sobre la inculturación de la devoción mariana. “Cuando la devoción a Santa María de la Antigua cruza el Atlántico, es nuevamente el Espíritu quien actúa. María no queda fijada en la rigidez de un estilo artístico visigodo o medieval. Se hace rostro inculturado, madre de un pueblo. Ella entra en el Nuevo Mundo por la fuerza suave del Espíritu, que siempre suscita nuevas formas para expresar el único misterio de Cristo. María no está junto a la Iglesia, sino que está en la Iglesia, como su corazón más puro”.
“Por eso- añadió- la verdadera devoción a María es siempre cristológica, eclesial y pneumatológica. María no absorbe la atención sobre sí misma. Ella es la que indica, la que orienta, la que forma la Iglesia para que sostenga a Cristo y lo ofrezca al mundo, como se plasma en la imagen de la Antigua. Ese gesto es el gesto de toda la Iglesia: sostener la Verdad y ofrecerla con la belleza del amor”.
Nuestra Señora de la Antigua, puente entre Sevilla y América
Don José Ángel refirió que el puente entre Sevilla y el Nuevo Mundo, construido a través de la devoción a Nuestra Señora de la Antigua, “constituye uno de los episodios más extraordinarios en la historia de la evangelización. No es casualidad que la primera diócesis en tierra firme de América, erigida en 1513, lleve su nombre: Santa María la Antigua del Darién. Éste es un hecho profundamente teológico”, lo que significa que “desde los albores de la misión americana la evangelización fue puesta bajo el signo materno de María. Ella fue rostro que recorrió el continente para alcanzar los corazones”.
En definitiva, “María santísima es ancla de la fe en la historia concreta, pero al mismo tiempo abre horizontes siempre nuevos. El paso de Santa María de la Antigua de Sevilla a América ilustra el hecho de que la fe cristiana se transmite como belleza que persuade, como rostro materno que acoge”. Concluyó su intervención expresando su profundo agradecimiento al Gran Canciller de la Universidad Católica de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, al Rector Magnífico, Francisco Javier Blanco, a la Junta de Directores y a toda la Comunidad Universitaria “por esta distinción tan grande como inmerecida hacia mi persona”.
Sobre la visita del arzobispo de Sevilla a la Arquidiócesis de Panamá con motivo de los 512 años de la primera diócesis en Tierra Firme, consulte el dossier de prensa
The post La Universidad Católica Santa María de la Antigua de Panamá distingue al arzobispo de Sevilla con el doctorado honoris causa en Humanidades y Teología first appeared on Archidiócesis de Sevilla.