Van a comenzar en breve las obras de restauración de la torre de la iglesia parroquial de San Benito Abad, edificio de Juan de Oviedo construido en 1612, pero cuyos orígenes como monasterio benedictino se remontan al siglo XIII. El templo está inscrito como Bien de Interés Cultural desde 1964.
En marzo de 2010, previo requerimiento de la Gerencia Municipal de Urbanismo, se colocaron redes de protección en la mencionada torre para evitar la caída de elementos, quedando su restauración pendiente de las actuaciones que van a acometerse ahora.
El coste de las obras será sufragado por la Parroquia
El proyecto ha sido encargado al arquitecto Fernando Parra Martín, y comprende la reparación de los elementos dañados, así como la sustitución de elementos decorativos, entre los que destacan los jarrones y la azulejería del chapitel, y la recuperación de la veleta. También se aprovechará para sustituir un tramo de forjado en mal estado debido a las humedades de las cubiertas, e impermeabilizar y aislar la misma. Por último, se va a proceder a la reparación puntual del enfoscado de la fachada y la pintura. El proyecto fue informado favorablemente por la Comisión Provincial de la Consejería de Cultura y otorgada la pertinente licencia por parte de la Gerencia Municipal de Urbanismo.
Una vez redactado el proyecto se ha abierto el procedimiento de licitación de la obra, para el que se han solicitado cinco presupuestos. Tras el análisis de las ofertas se adjudicó la obra a la empresa constructora Frajoman, por un importe de 72.207,57 euros. El coste será asumido íntegramente por la Parroquia de San Benito, al frente de la cual está el sacerdote Manuel Luque.
Lugar de la primera misa durante la reconquista de Sevilla
Según una antigua tradición, en el lugar que ahora ocupa la parroquia, y antes de construirse el monasterio de la orden de San Benito, el rey San Fernando determinó celebrar la primera misa en Sevilla a las puertas mismas de sus murallas para acometer su conquista. La presencia de los monjes benedictinos se prolongó hasta 1835, cuando la comunidad fue exclaustrada y los terrenos fueron puestos en venta (hoy en esos terrenos se encuentra la residencia de ancianos de las Hermanitas de los Pobres). La iglesia continuó abierta al culto como filial de la parroquia de San Roque y en 1954 fue erigida como parroquia.