Ante la falta de información sobre cuántos refugiados se asignarán finalmente a Sevilla, la Delegación diocesana de Migraciones y Cáritas Diocesana han decidido poner los alojamientos y demás recursos materiales, inicialmente dispuestos para atender a los refugiados, «al servicio de los hermanos y hermanas inmigrantes que ya están aquí y que van a seguir llegando a corto plazo». Esta decisión no incluye el dinero de la cuenta de emergencia para los refugiados, que permanecerá intacto para atenderlos en el momento en que sea necesario o, en su caso, será transferido a Cáritas Española para colaborar con los programas de ayuda a refugiados coordinados por Cáritas Internacional.
En una carta dirigida a todos los sacerdotes, responsables de comunidades eclesiales, movimientos, hermandades y asociaciones cristianas, Antonio Godoy, delegado de Migraciones; y Mariano Pérez de Ayala, director de Cáritas Diocesana; han agradecido la «generosa respuesta» a los llamamientos del Papa Francisco y el Arzobispo de Sevilla del pasado mes de septiembre. Además de las colectas y donativos económicos que se han recogido en la cuenta de Cáritas para hacer frente a la situación de emergencia humanitaria de los refugiados que huían de Siria, se ha elaborado una base de datos con las ofertas de alojamientos y otros recursos que instituciones y particulares han puesto a disposición de la Archidiócesis.
En ambas instituciones diocesanas se trabaja de forma coordinada con el Secretariado de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, Cáritas Española y otras instancias eclesiales y civiles para disponer los medios necesarios de una futura acogida. Igualmente, se han puesto a disposición de las autoridades locales, «que son las primeras responsables en cuanto a la ubicación y el reparto en nuestra provincia para el apoyo que sea necesario».
«La llegada de refugiados a España no será ni masiva ni inmediata»
En la mencionada carta se subraya que «las noticias que recibimos parecen indicar que la llegada de refugiados a España no será ni masiva ni inmediata». Además, se señala que las reuniones a nivel europeo están siendo «cada vez más decepcionantes» y están demostrando la «incapacidad de los gobiernos para dar respuesta a esta crisis humanitaria». Por el contrario, se deja constancia del trabajo que se lleva realizando durante años desde la Iglesia para acoger a inmigrantes «y acompañando situaciones de injusticia y dolor que, por desgracia, no son noticia en los medios de comunicación».
La Delegación de Migraciones y Cáritas Diocesana se han hecho eco de los datos más recientes de CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado) acerca de la llegada de personas pertenecientes a este colectivo. En 2014 se presentaron en España unas seis mil peticiones de asilo, de las que se concedieron 384 estatutos de refugiados. Por nacionalidades, el mayor grupo de solicitantes de protección internacional procedía de Siria (1.679), Ucrania (946) y Malí (620).
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