La compañía de Jesús está de enhorabuena porque el próximo 22 de enero será beatificado el venerable P. Rutilio Grande, SJ, junto a dos laicos, Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus, por su martirio el 12 de marzo de 1977.
La beatificación tendrá lugar en San Salvador (El Salvador), pero la comunidad jesuita presente en la Archidiócesis de Sevilla ha querido sumarse al evento con la celebración de una Misa de acción de gracias por los nuevos beatos mártires. La cita es en la Iglesia Portaceli, el sábado 22 de enero, a las seis de la tarde.
La organización, además, cuenta con la colaboración de la Delegación diocesana de Migraciones, ya que se ha invitado especialmente a los migrantes salvadoreños y centroamericanos que vivan en la diócesis como una oportunidad de celebrar juntos su fe.
Sobre el P. Grande y sus compañeros mártires
El jesuita Rutilio Grande nació en El Paisnal, en 1928. Ingresó en el Seminario Menor de San Salvador en 1941, donde sintió la llamada a vivir su vocación integrado en la Compañía de Jesús, así que en 1945 entró en el Noviciado en Venezuela. Su proceso de formación como jesuita lo llevó a Ecuador, Panamá y España. Precisamente aquí, en Oña (Burgos), recibe la ordenación presbiteral en 1959. En 1964 hace sus últimos votos y es enviado como prefecto y profesor al Seminario San José de la Montaña de San Salvador. Más tarde, es destinado a la Parroquia El Señor de las Misericordias en la ciudad de Aguilares (en cuya jurisdicción se encuentra El Paisnal).
Tras el nombramiento de San Óscar Arnulfo Romero como Arzobispo de San Salvador en 1977 se abrió la puerta a una nueva etapa de conversión eclesial en el país centroamericano. De este modo, muchos miembros de las comunidades cristianas participaron activamente en la lucha social y política. Si bien para el padre Rutilio y sus estrechos colaboradores, comprometidos desde su fe en la lucha por la justicia del Evangelio, estaba muy clara la distinción entre el trabajo pastoral y la militancia político-partidista, pero para las minorías que sintieron amenazado su poder, Rutilio era percibido como un obstáculo a remover.
Así, el 12 de marzo de 1977, el padre Grande, acompañado por Manuel Solórzano (de 72 años) y Nelson Rutilio Lemus (de 16), quienes compartían con el jesuita su servicio a la misión, fueron asesinados por los llamados escuadrones de la muerte cuando se dirigían a celebrar la misa vespertina de la novena de San José.