Más de 500 niños y niñas se congregaron con sus monitores, animadores, profesores, catequistas y párrocos, padres y madres, el pasado sábado 27 de enero, en el colegio Claret de Sevilla, bajo lema: ‘Atrévete a ser misionero’.
Comenzó la convivencia con la acogida por el profesor del centro educativo, Luis Alfonso Inurria, de los diferentes grupos participantes: Colegio de la Compasión de Dos Hermanas, Colegio Sagrada Familia de Utrera, Parroquia San Luis y San Fernando, Colegio Las Esclavas, Parroquia San José Obrero de San Juan de Aznalfarache, Parroquia Ntra. Sra. de la Antigua, Parroquia Ntra. Sra. de Fátima de Los Rosales, Parroquia Stmo. Redentor, Colegio Portacoeli, Colegio CEU San Pablo, Parroquia Divino Salvador de Castilblanco de los Arroyos, Parroquia Ntra. SRa. de la Estrella de Valencina, Colegio Calasancias, Parroquia Ntra. Sra. de los Ángeles y Sta. Ángela de la Cruz, Parroquia Ntra. Sra. de la Oliva de Dos Hermanas, Colegio Ángela Guerrero, Parroquia Ntra. Sra. de la Oliva de Salteras, Parroquia Ntra. Sra. de la Candelaria, Grupo de Scouts de Nervión…
A continuación, tuvo lugar la oración conjunta del misionero claretiano P. José Luis, Luis Alfonso y el delegado diocesano de Misiones, Eduardo Martín Clemens. Los testimonios de los misioneros P. Cesáreo, misionero de África; P. Diego, P. Castellón Martín y la joven Ana Outon, con tan sólo 16 años, fueron seguidos con la máxima atención por pequeños y mayores, abriendo paso a Ibu y su Grupo Africano ‘Super Tam-Tam’, una actuación “llena de ritmo y alegría”.
La Gran Gymkana, con diversas pruebas a través de las que los chicos y chicas iban recorriendo los distintos continentes y conociendo los misioneros que habían pasado por esos lugares, antecedió a la comida compartida. A ésta le siguió la entrega de diplomas y premios del Concurso de Cómic, organizado por las Obras Misionales Pontificias. Digno de mención también fue la coreografía de la canción ‘Alma misionera’, por el grupo de juventud de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Antigua. La rifa de las camisetas firmadas por los jugadores y donadas por el Real Betis Balompié y el Sevilla FC, a medida que sonaban sendos himnos dentro del pabellón, iba acercando a los niños al final de la jornada “con la misma alegría con la que comenzaron, pero con el corazón más lleno y motivados para anunciar a Jesús y sentirse misioneros en sus propias comunidades”, señalan desde la Delegación de Misiones.
