‘Una paradoja: ¿humanizar la salud?´ es el lema de las jornadas que se están celebrando por tercer año consecutivo en el Hospital Universitario Virgen del Rocío.
El programa de hoy ha comenzado con las ponencias bajo el título genérico ‘Colectivo de inmigración´, presentado por Ousseynou Dieng, experto en mediación intercultural y miembro del patronato de la Fundación Sevilla Acoge. El ponente ha afirmado que «a cuatro meses del real decreto, el gobierno ya había empezado a rechazar la atención médica a los inmigrantes». En su intervención ha subrayado que «más de 20.000 personas, entre inmigrantes y españoles -dato de 2012- han perdido sus tarjetas sanitarias». Como consecuencia, la asistencia a los pacientes es mínima ya que muchos profesionales del gremio, según ha aclarado Dieng, «atienden según sus principios, por lo que urge recuperar una sanidad al servicio del ser humano». Además ha hecho hincapié en que «no podemos permitir seguir perdiendo la sensibilidad, la solidaridad, lo que vienen siendo los valores de la humanidad».
Por su parte, Alejandro Rocamora, psiquiatra y miembro fundador del Teléfono de la Esperanza, ha aclarado en su ponencia ‘El ámbito de la salud mental´ que «cuando hablamos de humanizar, es integral en todo». Ha definido las actitudes deshumanizadoras como «paternalistas, ni hacer uso de la tecnología como único medio para tratar al paciente».
‘Cuidados Paleativos´ ha sido el título de la última ponencia a cargo de Rafael Cia, médico especialista en cuidados paliativos, que ha afirmado que «el paciente deber ser el centro de atención. Tenemos que mejorar los recursos avanzados -ha añadido- para los cuidados paleativos, pues es un servicio de atención, de acompañamiento y no un elemento de excelencia a añadir cuando el resto de servicios están más que estudiados».
Rafael Cía ha aclarado que «para favorecer la humanización, hay que hablar de un concepto muy general como es la integridad, la dignidad de la persona en su final de la vida, de su existencia». El especialista ha debatido con el público sobre el sentido de «morir con dignidad», y ha calificado de «fundamental» la entrevista clínica, «pues esa información obliga a tener un soporte psicológico del paciente, si no, no estaremos preparados para tal acompañamiento».
