Los fieles de la localidad sevillana de Castilblanco de los Arroyos se dieron cita en la parroquia del Divino Salvador en torno a un sacerdote, hijo del pueblo, que sigue desarrollando una importante labor de servicio a la Iglesia y la sociedad: Antonio Gálvez.
El homenaje consistió en una misa de acción de gracias en la que, además del mencionado Gálvez, participaron los sacerdotes Carlos Colón, párroco del Divino Salvador de Castilblanco desde el año 2014, y Manuel Martínez, que sucedió a Antonio Gálvez en la parroquia de Nuestra Señora de la Salud en enero de 2015. Precisamente, en esta misa participaron feligreses de las parroquias vinculadas al homenajeado, destacando la de Nuestra Señora de la Salud, de Sevilla, donde ejerció como párroco entre los años 2001 y 2015.