«El patrimonio es una verdadera forma de evangelización».
Este sacerdote jerezano, fuente inagotable de cultura y un referente de primer nivel en todo lo que atañe al arte religioso de Sevilla, dirige la Delegación Diocesana de Patrimonio. Desde hace varios meses, mantiene un blog divulgativo del patrimonio menos conocido de la Archidiócesis, aunque su pasión confesable es la cultura japonesa, que le viene de los años que pasó en centros que la Compañía de Jesús, de la que forma parte, tiene en ese país.
Preséntenos la Delegación, ¿cuál es su cometido?
La principal misión es velar por este patrimonio, acudiendo a las iglesias de la diócesis para toda clase de reparaciones, revisión de altares e imágenes nuevas que se vayan a hacer, asesorando a los sacerdotes que cuidan de este patrimonio, etc.
¿Cómo se llegan a todos los rincones de la diócesis?
Se llega a todos los rincones porque los sacerdotes acuden a nosotros siempre que tienen alguna necesidad o piden ayuda para saber qué deben hacer en cada caso.
¿Cuentan con personas voluntarias para desempeñar esta tarea?
La Delegación Diocesana de Patrimonio cuenta con una comisión asesora, formada por personas altamente cualificadas, que ayudan incondicionalmente, y con un ejemplar espíritu cristiano, a la realización de estas funciones, que yo solo no podría hacer. Ellos colaboran –insisto- de un modo ejemplar y totalmente desinteresado, por amor a la Iglesia, a esta labor de la Delegación. Desde aquí quiero mostrarles mi más sincero agradecimiento.
¿Cuáles son las prioridades diocesanas en materia de patrimonio?
Las prioridades son aquellas obras que necesitan más urgentemente una ayuda de asesoramiento. Existe una normativa según la cual todos los sacerdotes que necesitan hacer algún cambio, restauración, renovación, etc, tienen que acudir a la Delegación de Patrimonio, y de hecho así lo hacen la mayoría. También tienen que acudir cuando vayan a hacer alguna de estas cosas las hermandades y cofradías.
El patrimonio de la Iglesia tiene un alto contenido catequético, ¿cree que realmente somos conscientes de que se puede evangelizar con el arte?
Esta Delegación procura siempre hacer ver el valor catequético que tiene el patrimonio en la Iglesia, ya que ésta es su finalidad principal. No cuidamos del patrimonio por sí mismo, sino como medio de comunicar la Fe a través del arte. Es una verdadera forma de evangelización, que en otras épocas se vivió quizás con más claridad, y que ahora hay que procurar hacerlo ver.
Existen iniciativas en la diócesis para dar a conocer el patrimonio artístico ¿Cuál no nos deberíamos perder?
Una iniciativa que hemos aprovechado para explicar este modo de evangelización ha sido el ciclo de visitas al Arzobispado, que con tanto éxito se han tenido en este año. Sería bueno que pudiéramos formar a los guías de la Catedral y otras Iglesias para que enseñasen lo mismo.
Hablemos de internet, concretamente del blog que han creado sobre el patrimonio religioso.
Si, escribo todas las semanas una página en Archisevilla Digital y para el blog que se incluye en la página web de la Archidiócesis (archisevilla.org). Ahí trato de presentar una obra del patrimonio religioso sevillano que no sea muy conocida, y procuro mostrar la finalidad teológica y catequética con que fue hecha. Esto se ve, sobre todo, al presentar los retablos y algunas imágenes.
¿Estamos bien formados en arte?
Creo que es necesaria la formación del clero y de las entidades que poseen un patrimonio religioso, para que sepan dar a conocer el patrimonio artístico como medio de evangelización. Por eso, los arzobispos nos piden que se tengan clases en el Seminario sobre esto, y de hecho yo di unos años estas clases y ahora las da un profesor en mi lugar.
¿Y las Hermandades?, ¿qué papel juegan en esta tarea evangelizadora a través del arte?
Las hermandades tienen un patrimonio artístico riquísimo, y me consta que en ellas sirve (al menos, en la mayoría de los casos) como medio de acercamiento a vivir la vida cristiana en plenitud. No hay más que acercarse al Gran Poder, a la Macarena o a cualquiera de los titulares de nuestras hermandades, para ver cómo, a través de ellos, el pueblo se acerca a Dios.
Recientemente ha acompañado al emperador de Japón en su visita a España. No en vano se trata de un acreditado conocedor de la cultura japonesa, y ha vivido años allí ¿Qué tendríamos que aprender de ellos?
De mi experiencia en Japón creo que podríamos aprender el sentido de reverencia y cuidado con que los cristianos tratan todo lo relacionado con la Iglesia y, por tanto, con su patrimonio. Para mí, son ejemplares en todo.
Haga de cicerone y denos un paseo por Sevilla ¿dónde nos llevaría?
¿Un circuito? Yo les llevaría a ver los retablos de nuestra diócesis. Si fueron hechos para mostrar plásticamente la fe, ahora también son el medio mejor de describirla y mostrarla. Por supuesto, también a los conventos de clausura. Es un recorrido incomparable que tenemos para llevar a la evangelización a través del patrimonio artístico. Y las hermandades. Estas, en lo que al patrimonio se refiere, son una lección permanente de fe cristiana a todos sus hermanos, en nuestra región más quizás que en otras partes.
(Entrevista publicada en ARCHISEVILLA DIGITAL, nº 73, del 19-07-2013).
