“Un cristiano ejemplar, hombre servicial dispuesto a colaborar en todo lo que la Iglesia le pedía”. De esta forma resumía el Arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, el perfil de José Antonio Pérez Bevía, colaborador de la Archidiócesis en varias instancias que ha fallecido durante la madrugada del miércoles a la edad de setenta y cuatro años.
Se trataba de uno de los voluntarios más implicados en la delegación sevillana de Manos Unidas, ONG católica a la que se incorporó en 2012. Su presidente, Joaquín Sainz de la Maza, lamentaba esta pérdida e incidía en algunas facetas de la personalidad de José Antonio Pérez: “nos ha dejado una excelente persona, entregado a los demás, amigo de verdad que evidenciaba una espiritualidad profunda”.
Con una dilatada trayectoria vinculada al ámbito jurídico –fue catedrático de Derecho Internacional, entre otras ocupaciones- formaba parte desde el pasado mes de febrero del grupo de notarios del Tribunal Metropolitano de Sevilla. Ángel Failde, vicepresidente de esta instancia, lo calificaba esta mañana como “un hombre inquieto, concretamente en el campo del Derecho Canónico, servicial, detallista y siempre dispuesto a ayudar”.
Su funeral se ha celebrado esta mañana en la Parroquia de la Magdalena, de Sevilla.