Traemos a esta pintura que se conserva en la sacristía de la Parroquia de la Purísima Concepción de El Garrobo, que representa la venerada y antigua imagen de la Virgen del Reposo de la Catedral de Sevilla.
La Virgen del Reposo se encuentra en el trasaltar de la Capilla Mayor, es decir en la trasera del altar mayor frente a la Capilla Real. Es una imagen realizada en el siglo XVI que gozó de gran devoción popular, siendo atribuida a Miguel Perrin, hacia 1540. Está realizada en barro cocido y la policromía que presenta hoy no es la original, sino que se debe a la restauración que en 1893 llevaron a cabo el escultor Adolfo López y el pintor Virgilio Mattoni.
La pintura que se encuentra en la Parroquia de El Garrobo, obra anónima fechable en el siglo XVIII, representa de manera esquemática el trasaltar mayor, siendo reconocibles las esculturas que aparecen en dicho espacio, así como las dos ventanas de la sacristía del Altar Mayor. La Virgen del Reposo se muestra fuera de escala, en el centro presidiendo la composición bajo un dosel con la inscripción “CONCEBIDA SIN PECADO ORIGINAL”, mientras que aparece sobre un frontal de altar con el anagrama de María entre flores. A pesar de la simplificación que presenta la obra, la imagen de la Virgen es totalmente reconocible e identificable ya que presenta idéntica iconografía: María sostiene al Niño Jesús que duerme sobre su hombro derecho, mientras acaricia con ternura maternal el pie de su Hijo, el cual aparece recubierto por una capa como la que efectivamente se le ponía en el siglo XVIII, como se comprueba en varios grabados existentes. La Virgen por su parte, viste túnica roja y manto azul, como en el original.
La presencia ante la venerada imagen de un curioso grupo de personajes nos hace pensar que esta obra se trate en realidad de un Exvoto. Así, aparecen en actitud orante, de rodillas y con las manos juntas, un fraile franciscano y una mujer que flanquean una cuna en la que se encuentra un bebé, cuya presencia seguramente obedece a un milagro obrado por intercesión de esta imagen mariana. No en vano, el favor que se solicitaba por mediación de esta Virgen catedralicia era el feliz alumbramiento de un hijo deseado o su curación de alguna enfermedad.
Esta antigua imagen de la Virgen del Reposo está relacionada con el Venerable Contreras y es conocida igualmente por el curioso sobrenombre de “Norabuena lo pariste”, cuyo origen se encuentra en una leyenda que afirmaba que un judío insultaba a la Virgen repitiendo ante esta escultura la frase “noramala lo pariste”, hasta que un día quedó petrificado ante Ella. El pueblo en desagravio comenzó a llamar a esta imagen “Norabuena lo pariste”, alabanza al nacimiento redentor del Hijo de Dios por María.
Antonio Rodríguez Babío, delegado diocesano de Patrimonio Cultural
