Coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, que tuvo lugar el pasado 5 de junio, la red de entidades sociales de la Iglesia Católica presentó un programa de trabajo compartido para impulsar el cuidado del planeta, el cuidado de las personas y el cuidado personal.
Así, esta nueva etapa de trabajo de la red Enlázate por la Justicia se desarrollará bajo el lema ‘CUIDAdanía integral’ y contribuye al objetivo del Decenio 2021-2030 de Naciones Unidas sobre Restauración de los Ecosistemas, titulado “Prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas en todo el mundo”.
Precisamente Enlázate por la Justicia integra la ecología de los cuidados en esta noción de ecosistemas. Así, su campaña ‘Si cuidas el planeta, combates la pobreza’, fruto de la encíclica Laudato si’, contó con dos fases: la primera, entre 2016 y 2018, centrada en el Decálogo verde y, la segunda, entre 2019 y 2021, en la que se promovió el cambio de nuestros estilos de vida a través los materiales #ConectaPobreza y las actividades del Año Laudato si’.
El pasado 5 de junio se anunció una nueva etapa con la que la labor de Enlázate por la Justicia, basada en Laudato si’, se verá complementada con el contenido de la última encíclica del papa Francisco, Fratelli tutti, “y así ayudar a construir una fraternidad implicada en el cuidado de la casa común y restablecer las conexiones que facilitan la vida en ella”, señalan fuentes de Cáritas Diocesana.
En este sentido se destacan tres formas de cuidado: el autocuidado, el cuidado mutuo y el cuidado del planeta.
En primer lugar, la red defiende la importancia del cuidado personal de forma integral “para humanizar la propia vida cotidiana”. Esto supone cuidar el cuerpo, la mente y el espíritu. “En la práctica se considera que cuidarse está relacionado con mantener una buena salud, alimentación y hacer ejercicio físico, pero hay más. Cuidar la mente es una necesidad en un momento en el que las estadísticas muestran el mayor número de suicidios en España y el incremento de personas con depresión. Cuidar el espíritu es cuidar lo que nos motiva, anima e impulsa”.
Por otra parte, “la vulnerabilidad existencial humana, de la naturaleza y las consiguientes interdependencias tienen implicaciones políticas decisivas. Las entidades participan, así, en el movimiento social involucrado en pensar las infraestructuras, tecnologías y aspectos de la vida cotidiana como asuntos de cuidados, es decir, avanzar hacia una sociedad del cuidado”, señalan.
Es decir, que al igual que los Estados necesitan cooperar para trabajar por el bien común de sus poblaciones, las personas necesitamos unas de otras y de un entorno medioambiental que favorece el cuidado.
Finalmente, en relación al cuidado de la Creación, desde Enlázate por la Justicia advierten que el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la dificultad del acceso al agua potable, las catástrofes naturales o la generación de contaminación y residuos “se han convertido en una emergencia planetaria” e impele a la sociedad “para transformar en cuidado el daño que le infligimos al planeta”.
De esta forma, Cáritas, Cedis, Confer, Justicia y Paz, Manos Unidas y Redes exhortan a “caminar hacia un sistema de aprovisionamiento que supere la fractura ecológica y social, construyendo una economía del cuidado y basada en la justicia social y el bien común”. También apuntan la necesidad “de decidir el destino más adecuado del excedente de bienes y servicios, que se acumula actualmente y no se utiliza de acuerdo a las necesidades de las personas, sino más bien a fines especulativos”. Por ello, insisten en “recuperar el control de estos excedentes, democratizando la decisión de la inversión social y dirigiéndola especialmente a la inclusión y promoción de las personas más desfavorecidas”.
Enlázate por el cuidado
Los problemas complejos necesitan soluciones abordadas de forma comunitaria. Por ello, Enlázate por la Justicia invita a “enlazarse, a vincularse en esta tarea desde la realidad de cada persona y organización”. La red propondrá en los próximos meses espacios formativos sobre las encíclicas, el cuidado, la cultura del encuentro y el propio trabajo en red.
Al mismo tiempo seguirá incidiendo en la actuación responsable de las empresas frente a la vulneración de los derechos humanos y ambientales trabajando junto con otras organizaciones para que se promulgue legislación basada en la Diligencia Debida en esta materia, en España y en Europa.
Para finalizar, se renueva e impulsa una actividad, presente en todas las etapas y a la que se enlazan muchos territorios, que es la celebración anual de las vigilias de oración bajo el lema ‘La vida subsiste donde hay vínculo, comunión, fraternidad’.