Con el tema, «Revitalización y reestructuración de nuestras Comunidades: papel del Superior Mayor en este proceso».
El día 5 de mayo de 2010 se celebró un Encuentro –taller en el Colegio Mayor la Luz, (Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús) en Sevilla, dirigido a Superiores Mayores, con el tema, “Revitalización y reestructuración de nuestras Comunidades: papel del Superio Mayor en este proceso".
Desarrolla el tema el Vicepresidente de URPA, Seve Calderón, Provincial de O.F.M., el cual abre su exposición con una anécdota de la que se desprendía la siguiente moraleja: “sólo llegan los que sí han sabido ver”. Los que tienen visión de la necesidad de la reorganización, los que intentan, persisten y luchan por lograrla. Nos decía el Ponente que se necesitaban ojos intuitivos para contemplar la realidad histórica que nos toca vivir, para percibir el entorno de la vida consagrada en la Iglesia y en la Sociedad, para captar los puntos de referencia que nos permitan comprender la situación con objetividad y realismo mirando al futuro, el cual está sujeto a modificaciones, con esperanza.
Comentó unas frases de Juan Pablo II: “Recordar con gratitud el pasado, vivir con pasión el presente, abiertos con confianza al futuro" (Novo Milenio Ineunte). "Vosotros tenéis una gran historia que construir" (Vita Consegrata, 110).
El futuro de la Vida Religiosa depende de nosotros. Esto nos exige escuchar nuevas voces, abrirnos a nuevas propuestas, morir a muchas cosas que nos impiden caminar. Es importante que sepamos valorar, respetar las voces de la Iglesia, de la Congregación, que nos están indicando por dónde debe ir la Vida Consagrada en las actuales circunstancias.
Es necesario un buen discernimiento. La verdad es que los hermanos y hermanas hacen mucho y bien. ¡Es sorprendente las tareas que llevamos entre manos! Estamos bien organizados, pero a veces no sabemos hacer cosas distintas de las que hacemos, y hoy se precisan nuevas metodologías…
Es urgente ponernos en camino, soñar y actuar juntos. Es la Hora de revisar nuestras tareas, es la Hora de confrontar, de dialogar a la luz de la Palabra, que cada día nos acompañará sin prisa y con gozo, es la Hora de dar vida a las prioridades de nuestros Institutos y de preguntarnos: ¿Qué quiere “hoy” el Señor de los religiosos y congregaciones?
