Un centenar de personas se dieron cita el pasado día 5 en la convivencia del movimiento diocesano de mayores y jubilados Vida Ascendente. La jornada comenzó a las doce del mediodía con la Eucaristía que presidió el consiliario del movimiento, Manuel Mateo Fraile, y concelebraron varios sacerdotes.
Por la tarde hubo un acto literario a cargo de Federico Rivelot, que precedió al encuentro entre los miembros del movimiento. Según destacó el consiliario al término de la jornada, «gracias a este movimiento nos sentimos fortalecidos en la fe y en la amistad fraterna, al mismo tiempo que nos ayuda a cultivar la espiritualidad y el apostolado sencillo y adecuado a nuestra edad. Con nuestras limitaciones y fragilidades a cuestas -añadió- nos sentimos felices de pertenecer a este movimiento que nos dulcifica la vida y nos hace crecer como cristianos y cristianas».