El Arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, ha recibido esta mañana a 16 internos e internas con sus hijos, en una visita organizada por la Pastoral Penitenciaria. En el encuentro también han participado algunos funcionarios y voluntarios de esta pastoral.
Las reclusas han leído unas líneas en las que agradecían al Arzobispo y a la Pastoral Penitenciaria la acogida y pedían al prelado su oración, por ellas y sus familias. Además, han obsequiado a mons. Asenjo con una pintura de la Catedral de Sigüenza, su ciudad natal, obra realizada por los participantes en el taller de pintura del CIS.
En esta línea, Pedro Fernández Alejo, OSST, Delegado diocesano de esta pastoral, ha asegurado que “la Iglesia de Sevilla tiene las puertas abiertas”, también para las personas privadas de libertad. Igualmente, ha pedido a los internos que reciba con alegría la Buena Noticia y les anima a “afrontar el futuro con esperanza e ilusión”. “La Pastoral Penitenciaria estará ahí para ellos cuando lo necesiten”, ha asegurado. Fernández Alejo ha agradecido al Arzobispo su siempre disposición para con la Pastoral Penitenciaria, así como las facilidades ofrecidas por la directora del CIS, Mercedes Moreno, para organizar este tipo de salidas.
“El encuentro con Dios conlleva el encuentro con los hermanos”
Monseñor Asenjo ha destacado la labor desarrollada por la Pastoral Penitenciaria, especialmente ha agradecido “el tiempo, la paciencia y la escucha de los voluntarios”. En su alocución, el Arzobispo ha reflexionado sobre la Cuaresma como tiempo para la conversión y experimentar el perdón de Dios. “Lo mejor que os puede pasar en la cárcel es encontrarse con el Señor, porque el que vive con Él nunca está solo”. Así mismo, mantiene que “este encuentro con Dios conlleva el encuentro con los hermanos”, por eso ha animado a los internos a ayudar, escuchar y acompañar a sus compañeros en este tiempo de privación de libertad.
Tras esta acogida, el prelado ha desayunado con los participantes en el encuentro y les ha mostrado personalmente los salones nobles del Arzobispado.
Más allá de la cárcel
El Delegado diocesano de Pastoral Penitenciaria, el trinitario Fernández Alejo, confiesa que estas visitas son “una auténtica gozada para los presos que participan” y asegura que la viven con mucho agradecimiento por “sentirse acogidos con tanta naturalidad”.
Pero esta salida, aunque de las más importantes, es sólo una entre tantas actividades que esta pastoral organizada. Su asistencia en las cárceles sevillanas es constante, así como su atención y acompañamiento a cuantos internos lo requieren. “Se celebra la Eucaristía, se les escucha o se facilitan los sacramentos”, explica Fernández Alejo. Igualmente, una vez que son puestos en libertad, la Asociación Prolibertas, de los trinitarios, pone a su disposición la casa de acogida Emaús, para aquellas personas que no tienen un apoyo familiar en la provincia. También facilitan los contactos con voluntarios u organismos locales para que su integración en la sociedad sea posible. “Si ellos quieren, nuestra labor está garantizada, también cuando salen de prisión”, concluye el delegado.