El Papa Francisco ha nombrado al obispo sevillano de 66 años, Miguel Ángel Ayuso Guixot, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. Hasta su nombramiento era secretario de este dicasterio, y sucede en el cargo al cardenal Jean-Louis Tauran, fallecido el pasado mes de julio.
Mons. Ayuso Guixot nació en Sevilla el 17 de junio de 1952. Misionero comboniano del Corazón de Jesús, ordenado sacerdote el 20 de septiembre de 1980, estuvo en misión en Egipto y Sudán hasta 2002. Se licenció en Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Pisai de Roma en 1982 y se doctoró en Teología Dogmática en la Universidad de Granada en 2000.
Desde 1989 fue profesor de Islamología, primero en Jartum, luego en El Cairo y luego en el Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos, donde más tarde ocupó el cargo de decano hasta 2012. Ha presidido varias reuniones de diálogo interreligioso.
El 30 de junio de 2012, Benedicto XVI lo nombró secretario del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. Posteriormente, fue nombrado por el papa Francisco como obispo titular de Luperciana, y consagrado en marzo de 2016. Habla varios idiomas, entre ellos, árabe, inglés, francés e italiano.
Felicitación del Arzobispo de Sevilla
Nada más conocerse el nombramiento, el Arzobispo de Sevilla, monseñor Asenjo Pelegrina, ha contactado con el nuevo presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, con quien mantiene un vínculo de amistad, le ha felicitado tanto en nombre propio como de toda la Archidiócesis, y le ha asegurado que lo tendrá presente en sus oraciones.
Según se destaca en el sitio web VaticanNews, el prelado dirigió un mensaje al mundo islámico para el comienzo del Ramadán, invitando a musulmanes y cristianos a abrirse unos a otros, “conociéndolos y reconociéndolos como hermanos y hermanas” para “derribar los muros levantados por el miedo y la ignorancia y tratar juntos de construir puentes de amistad que son fundamentales para el bien de toda la humanidad”.
Igualmente, hace unos días, con ocasión de la fiesta de Vesakh, -se recuerda en el citado portal católico- el mitrado escribió un mensaje al mundo budista centrado en la promoción de la dignidad y los derechos de la mujer. “Tanto el budismo como el cristianismo -expresó el obispo Guixot- enseñan que las mujeres y los hombres tienen la misma dignidad y han desempeñado un papel importante en la promoción de la mujer. Las mujeres budistas y cristianas han hecho contribuciones significativas a nuestras tradiciones religiosas y a la sociedad en su conjunto”.