El encuentro estuvo preparado por la Delegación Diocesana de Pastoral Vocacional y el Movimiento Cristo Joven.
El sábado 28 de mayo se celebró en el Seminario Metropolitano el segundo encuentro de monaguillos del curso, al que acudieron unos cien niños de diferentes parroquias de la Archidiócesis. Visita del arzobispo
La acogida a los jóvenes fue a las diez de la mañana en el hall del Seminario, donde se formalizaron las inscripciones y se formaron los grupos de trabajo. Una hora más tarde, oración en la capilla mayor dirigida por José Manuel Martínez Santana, delegado de Pastoral Vocacional. A su finalizacíon, el arzobispo, mons. Juan José Asenjo, visitó a los participantes, a los que calificó como "privilegiados", por estar tan cerca de Jesús Sacramentado en el altar. Animó a aquéllos que sientan la llamada a seguir a Jesús más de cerca, e incluso pidió que levantaran la mano los que querían ser sacerdotes, respondiendo afirmativamente una decena de niños.
A mediodía se celebraron reuniones por grupos para preparar diferentes teatros sobre la vida de Jesús, que fueron valorados por un jurado. Tras un tiempo para juegos en el patio del Seminario y el almuerzo, los diez grupos representaron sus pasajes evangélicos en un aula del Centro de Estudios Teológicos. El jurado seleccionó tres finalistas: el Buen Pastor, la Anunciación y la llamada a la Misión.
Procesión y Eucaristía
A las cuatro de la tarde, ataviados los niños con sus ropas de monaguillo, hubo un ensayo de cantos y después se organizó la procesión con una imagen de la Virgen. Un acto que ya es tradicional en estos encuentros. El pequeño paso fue llevado entre cantos desde el hall a la capilla mayor, donde se celebró la Eucaristía, a lo largo de la cual se confesó un buen número de niños. Al finalizar ésta, se representaron los tres teatros ganadores ante los padres y responsables. Por último, se tomó la foto de familia y se repartieron los carnés de monaguillos.