El pasado 24 de septiembre cuatro jóvenes recibieron la imposición de la cruz en una Eucaristía presidida por monseñor Teodoro León, obispo auxiliar, en la capilla del Seminario Metropolitano. Con esta ceremonia se oficializa la entrada en el Seminario y el comienzo de la formación hacia el sacerdocio.
Don Teodoro alentó en su homilía a los nuevos seminaristas y les recordó que los tiempos de Dios no son los nuestros. “Aquí estáis: habéis venido para trabajar en la viña del Señor. Cada uno cuando Dios ha querido; Dios tiene su tiempo”. Del mismo modo, el obispo auxiliar hizo hincapié la importancia de la oración, la humildad, la Eucaristía y la devoción a la Virgen para vencer a los pecados capitales en el combate espiritual de nuestra vida.
Los nuevos seminaristas son Luis Amodeo, procedente de la Parroquia de Nuestra Señora de la Victoria, de Arahal; Juan de Dios Varela, de la del Ave María y San Luis, en Dos Hermanas; y quien fuera secretario personal del cardenal Amigo Vallejo, Pablo Noguera, hermano franciscano de la Cruz Blanca. Un cuarto seminarista, Anderson José Ricón, procede de la Parroquia del Santo Cristo, Caracas (Venezuela), y se formará para el sacerdocio en el Redemptoris Mater.
A todos ellos don Teodoro les entregó la cruz de madera en la que aparece grabado el lema ‘Sé fiel’. Tras acabar la ceremonia, sacó de su bolsillo su cruz, la que le impusieron el día que ingresó al Seminario y que ha custodiado todos estos años: “Ahora me han dado otra cruz, pero a esta le tengo un cariño especial”, dijo entre risas señalando a la cruz pectoral que porta en el pecho tras su ordenación como obispo.