El primer anuncio en clave de sinodalidad ha sido el tema sobre el que han reflexionado los responsables de los movimientos y asociaciones laicales en el encuentro diocesano de Apostolado Seglar que ha presidido el arzobispo de Sevilla. Para monseñor Saiz Meneses, el encuentro “ha sido un auténtico regalo, al compartir vida y esperanza desde la riqueza y complementariedad de carismas, al servicio de una única misión, la que el Señor nos encomienda”. El encuentro fue moderado por el delegado diocesano de Apostolado Seglar, Enrique Belloso, que resaltó la importancia de acoger e impulsar el Plan Pastoral Diocesano en las acciones, actividades y proyectos de todas las realidades laicales de nuestra Archidiócesis, en colaboración con las parroquias y otras iniciativas pastorales diocesanas. Una amplia representación de los responsables de movimientos, asociaciones e instituciones eclesiales participaron en este encuentro del laicado asociado sevillano.
El Arzobispo de Sevilla indicó la necesidad de que el Plan Pastoral Diocesano ‘Duc in altum’ sea concretado, en sus objetivos y acciones, en todas las realidades pastorales de la Archidiócesis, que ayude a construir la comunión y propiciar la corresponsabilidad de todos los bautizados para anuncia a Jesucristo. Indicó también que “el primer anuncio se da dentro del ministerio de la Palabra. Así, el kerigma nos anuncia que Cristo ha resucitado y es salvación para nosotros. Es difícil catequizar sin primer anuncio, sin un encuentro con Jesús. El bautismo nos ofrece una doble vocación a la santidad y a la misión, a dar la vida en la misión que nos toque. Es Jesús quien nos elige”, subrayó.
Los jóvenes, una prioridad
Se refirió especialmente a la misión evangelizadora entre los jóvenes, subrayando el importante papel de la pastoral juvenil y la pastoral universitaria, y la necesidad de que nuestras acciones tengan continuidad, que una vez realizado el primer anuncio acompañemos a los jóvenes, que viven en un mundo complejo y líquido, un tiempo difícil.
Respecto al papel de los empresarios católicos indicó que “la mayor obra de caridad que pueden realizar es crear empleo y hacer que los jóvenes tengan futuro”. También resaltó la importancia de la llamada universal a la santidad, “que nos lo tenemos que creer”. A los jóvenes, indica, hay que “ayudarlos para que pasen de lo emotivo al compromiso, y busquen ideales de altura, sustentados en una fe cimentada en la razón y una buena formación”. El primer anuncio en nuestras familias tendría que ser la transmisión de la fe a nuestros hijos, tarea en la que hay que tener paciencia y perseverancia.
“Hacer Sínodo es hacer evangelización”
Luis Manuel Romero, director de la Comisión Episcopal de Laicos, Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española, fue el principal ponente del encuentro. Romero planteó el primer anuncio como escucha que se convierte en acogida. En primer lugar, hizo memoria de dónde venimos, haciendo referencia a los cuatro itinerarios apuntados en el Congreso Nacional de Laicos de 2020: el primer anuncio, el acompañamiento, la formación y la presencia en la vida pública. Respecto al primer anunció apuntó que “es una prioridad pastoral para conseguir la meta de la evangelización”. Recordó Evangelii Nuntiandi de San Pablo VI, que nos dice que “la Iglesia existe para evangelizar”. Y al papa Francisco, cuando se hace eco del Concilio Vaticano II y plantea una “Iglesia en salida”, una “Iglesia sinodal”, indicando que “hacer Sínodo es hacer evangelización”. “Francisco, a los jesuitas franceses les recordó cuál es la vocación de la Iglesia, que no son lo números, es evangelizar. El problema no es que seamos muchos o pocos es que evangelicemos. Pero sin comunión no hay evangelización, sin trabajar juntos, sin sentirnos Pueblo de Dios misionero no hay evangelización”, indicó.
Seguidamente subrayó que “vivimos en un cambio de época, un contexto que está cambiando, donde la secularización y el pluralismo nos tienen que llevar a la confianza en Dios, donde el primer anuncio es el eslabón perdido de la evangelización. El primer anuncio nos invita a estar en el mundo para anunciar el Evangelio con un estilo de vida y con lenguajes adecuados; con nuestra palabra y nuestro testimonio, no como una estrategia de comunicación. El primer anuncio llega a los otros cuando lo sentimos en nuestra vida, narramos la fe. No es marketing. Es el encuentro con una persona, como recordaba Benedicto XVI”.
“Sin esta conversión no es posible la evangelización”
El ponente afirmó que “en la evangelización, lo primero es la conversión personal, y sin esta conversión no es posible la evangelización”, aunque apuntó que también la conversión comunitaria y de las estructuras son importantes. Para ello, se necesita que seamos “evangelizadores con esperanza”.
Indicó también que “por el bautismo toda la Iglesia está llamada a evangelizar, la corresponsabilidad como bautizados nos lleva a la misión. Todos en la Iglesia, pastores, religiosos y laicos, hemos de evangelizar”. Apunto la conveniencia de tener cuidado con “el clericalismo -bilateral- de pastores y laicos, y huir del autoritarismo, así como de que el sacerdote se confunda con los laicos”. Afirmó que “los sacerdotes no pueden decidir sobre todo” y recordó una frase reciente del papa Francisco: “los laicos clericalizados son una peste”.
Respecto a ámbitos específicos de primer anunció subrayó que las familias y los jóvenes son dos ámbitos esenciales donde actuar, y que “la renovación eclesial pasa por que el kerigma se encarne en nuestras estructuras y sus expresiones, en la música, el arte, nuevas realidades. Este sueño de evangelizar –añadió- deber ser compartido por toda la Iglesia”.
El primer anuncio en la práctica
En la segunda parte del Encuentro cinco responsables de organizaciones laicales plantearon diversos aspectos del primer anuncio en clave de diálogo. Casimiro Galán, presidente diocesano de Cursillos de Cristiandad, afirmó que “parece que cuando evangelizamos salimos a empatar el partido y hemos de salir a ganar el partido; la gente necesita encontrarse con Dios, tenemos que ser más testigos que maestros”. Mercedes Vidal, coordinadora diocesana de la Renovación Carismática, propuso “cinco palabras claves para primer anuncio: encuentro fuerte, enamoramiento, decisión, conversión y perseverancia”. Miguel Rodríguez, responsable diocesano del Camino Neocatecumenal, indicó que “hay que tener el oído abierto a la escucha”, y que “antes del anuncio del kerigma hemos de contemplar el poder de Dios en la vida de las personas, un amor que no es humano” para que digan de nosotros “mirad como se aman”. Concluyó indicando que “quien anuncia, el Espíritu lo acompaña, Dios prepara la historia”. Seguidamente insistió en iniciar procesos en común, Fernando Parra, de la Comisión Permanente de la Delegación de Apostolado Seglar, subrayando que “nos falta celo apostólico, necesitamos llegar a todos y abrir nuevos horizontes a la evangelización en nuestras parroquias”. Indicó que “hay que revitalizar los consejos pastorales parroquiales, dotándolos de contenido y siendo el motor de la evangelización de todas las parroquias”. Ricardo García, del Movimiento de los Focolares, planteó la necesidad de comprometernos en proyectos, caminando juntos, “el Señor nos quiere uno y diversos, iniciando procesos, concretando proyectos y viéndonos trabajar juntos al servicio de todos, como una experiencia trinitaria”.