Cuando se cumple un mes de la visita del papa Francisco a Suecia para conmemorar el 500 aniversario de la reforma luterana, sus palabras siguen resonando en la Iglesia universal. “Nos hemos encerrado en nosotros mismos por temor o prejuicios a la fe que los demás profesan con un acento y un lenguaje diferente”, aseguró entonces el pontífice, por lo que pidió a todos los cristianos que no se resignasen “a la división y al distanciamiento” y los animó a “superar controversias” para lograr la unidad.
Este tono ecuménico se ha hecho visible en nuestra Archidiócesis con varios acontecimientos. Por una parte, las Hermandades de Penitencia del Arciprestazgo Triana- Los Remedios han organizado conjuntamente el XI Ciclo Formativo durante los meses de octubre y noviembre. En esta ocasión el tema elegido ha sido la unión entre los cristianos y el diálogo ecuménico. Un ciclo en el que se han tratado diversos aspectos del ecumenismo como la reforma de Lutero y sus consecuencias o la relación de la Iglesia de Sevilla con otras confesiones.
Además, Manuel Portillo, el Delegado diocesano de Ecumenismo, ha participado recientemente en el X Congreso Trinitario Internacional, bajo el lema ‘Trinidad, Comunión y Unidad’. El encuentro buscaba lanzar una mirada trinitaria sobre el ecumenismo desde diversas perspectivas. Del programa de conferencias destacó la participación de Alfredo Abad, Pastor de la Iglesia Evangélica Española; así como la intervención del Arzobispo Caldeo Católico de Alepo (Siria), monseñor Antoine Audo, que analizó desde la teología ‘La santidad y el martirio que se da en las Iglesias cristianas’.