Con el DOMUND toca casi a su fin un mes de trabajo muy intenso en la Delegación Diocesana de Misiones. Una actividad frenética en la que están implicados un buen número de voluntarios coordinados por el sacerdote Eduardo Martín Clemens. El lema de este año –‘Corazones ardientes, pies en camino’– recuerda la escena en la que Jesús resucitado se hace presente ante los desanimados discípulos de Emaús y les remueve el corazón.
Las delegaciones de Misiones reciben periódicamente la visita de misioneros que regresan por unos días a su diócesis de referencia, y relatan testimonios que son, en sí mismos, llamadas a la vocación misionera. Es imposible mantenerse al margen.
En la entrevista concedida a los medios diocesanos ha destacado que “El misionero va siempre camino de Emaús”.
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