La Iglesia Católica celebra el domingo 20 de octubre el DOMUND, el Domingo Mundial de la Misiones, una nueva oportunidad para recordar a todos los cristianos nuestra llamada universal a evangelizar y vivir en permanente espíritu misionero.
‘Id e invitad a todos al banquete’ es el lema escogido para el DOMUND de este año, una propuesta del papa Francisco inspirándose en la parábola del banquete de bodas del Evangelio de san Mateo. En este sentido, el mandato misionero de “id” resuena en el corazón de toda la Iglesia, cuya misión “es un incansable ir hacia toda la humanidad para invitarla al encuentro y a la comunión con Dios”, explicaba el Santo Padre en su Mensaje para esta Jornada. Según las Obras Misionales Pontificas, la cara visible de la tarea evangelizadora de los cristianos en el mundo, señalan que con el lema de este año se trata de hacer una invitación “con el estilo de Cristo -con ternura, caridad y cercanía-, que es quien nos envía y al cual anunciamos”. Se invita, por tanto “a todos al banquete de la fraternidad, al de la Eucaristía, al de la reunión final con el Señor en la gloria que Él ha ganado para nosotros”.
Al respecto de esta jornada, el papa Francisco ha insistido en que “la Iglesia seguirá yendo más allá de toda frontera, seguirá saliendo una y otra vez sin cansarse o desanimarse ante las dificultades y los obstáculos, para cumplir fielmente la misión recibida del Señor”. Y ha aprovechado para agradecer a los misioneros que, “respondiendo a la llamada de Cristo, han dejado todo para ir lejos de su patria y llevar la Buena Noticia allí donde la gente todavía no la ha recibido o la ha acogido recientemente”. Si bien, ha recordado que todos los bautizados debemos estar “dispuestos a salir de nuevo en misión, cada uno según la propia condición de vida, para iniciar un movimiento misionero, como en los albores del cristianismo”. No en vano, continúa, “no olvidemos nunca en nuestras actividades misioneras que somos enviados a anunciar el Evangelio a todos, y no como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable”.
En esta línea ha opinado el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, en una carta con motivo del DOMUND en la que señala que “la evangelización es un proceso que abarca toda la realidad humana. Consiste en llevar la buena nueva a todos los ambientes, transformar la humanidad a través de la transformación del ser humano. Su finalidad es la conversión del hombre y de la humanidad. Transformar por la fuerza del evangelio los criterios, valores, centros de interés, líneas de pensamiento, fuentes de inspiración, modelos de vida, en definitiva, la cultura del hombre”. Por lo tanto, insiste el arzobispo, “la misión es responsabilidad y compromiso de toda la Iglesia. Toda la Iglesia y cada Iglesia local tiene que vivir la solicitud misionera, cada miembro según su función y según los carismas recibidos, todo cristiano está llamado a participar en esta misión universal con su propio testimonio evangélico en todos los ambientes”. Por eso, concluye su carta, “continuemos rezando y dando gracias a Dios por nuevas y numerosas vocaciones misioneras dedicadas a la obra de evangelización hasta los confines de la tierra”.
“¡Sevilla despierta!”
Esta es la llamada urgente que realiza Eduardo Martín Clemens, delegado diocesano de Misiones, a la Archidiócesis de Sevilla, que vive una “sequía vocacional de misioneros”. Si bien, reconoce que “han sido muchos los jóvenes que han partido este verano hacia los cinco continentes en el ciclo de los veranos misioneros, con las mochilas cargadas de esperanza, y que al regresar transforman la experiencia en todo un desafío pastoral en sus ambientes. Debemos dar gracias a Dios por su generosidad y su determinación”. Pero, “para que esta generosidad pueda tener cauce, es necesario que existan misiones diocesanas y permanentes a las que acudir”. Por este motivo, asegura que “necesitamos misioneros que sientan los latidos del corazón de Cristo, con el ardor que impulsó a Javier para abandonar su tierra y partir, entregando su vida hasta la extenuación. Con una vida de oración tan profunda que haga del amor su leitmotiv, disipando miedos y dudas”.
Martín Clemens reconoce, no obstante, que son muchas las dificultades para fomentar y experimentar esta vocación misionera: “La inercia personal, la comodidad de una vida ordenada, incluso, no podemos negarlo, el complejo ante un mundo que parece pensar que toda evangelización es una agresión cultural a los pueblos evangelizados. Pero el misionero no se deja arrastrar por los complejos ni se acompleja, porque sabe que el anuncio del Evangelio es un anuncio de liberación que transforma y regenera todas las culturas humanas. Transformación y regeneración de las que todas, incluida la nuestras, están tan necesitadas”, añade.
Por su parte, Mariola Guerrero, voluntaria de la Delegación Diocesana de Migraciones, recuerda sus inicios en este apostolado: “Descubrí que las respuestas no siempre estaban al alcance de mi mano y me encontré con muchas preguntas sin respuestas, lo que a menudo me hizo sentir impotencia. Me di cuenta, sobre todo, de la inmensa labor que hay por hacer en nuestra Iglesia y cuánta implicación se necesita de personas que buscan ser útiles a esta gran comunidad de la que todos formamos parte”. Su experiencia le ha demostrado que responder a la llamada misionera es “un camino de crecimiento, de aprendizaje y de servicio que nos permite vivir nuestra fe de manera activa y concreta, y nos acerca más a Dios”. Por eso, al igual que Martín Clemens, esta voluntaria pide “tanto al clero como a los laicos para que abramos los ojos y tomemos conciencia de la gran cantidad de trabajo que nos espera en esta misión ad gentes”.
Sevilla, cuarta diócesis en generosidad con los misioneros
Según las OMP (Obras Misionales Pontificas) actualmente hay 1.126 territorios de misión, es decir, Iglesias fundadas por los misioneros, que aún no son autosuficientes ni humana ni económicamente. El envío de ayudas a través campañas como la del DOMUND son vitales para el funcionamiento ordinario de las circunscripciones misioneras, porque lo recaudado se destina al sosteniendo a sus catequistas, proporcionando formación cristiana, construyendo templos y otros edificios eclesiales, adquiriendo vehículos para desplazamientos pastorales o promoviendo distintos proyectos sociales según las necesidades de cada región.
Todo esto solo es posible gracias a la colaboración de millones de cristianos por todo el mundo que apoyan económicamente la labor de las OMP, a través de sus donativos puntuales o cuotas periódicas, así como mediante otras aportaciones que provienen de herencias y legados.
La Archidiócesis de Sevilla, por su parte, destaca en generosidad, ya que la última Jornada del DOMUND aportó más de 486.000 euros, solo por detrás de las diócesis de Madrid (1.927.991,01), Valencia (963.000,60) y Pamplona-Tudela (747.951,85).
Además de la ayuda económica, desde las OMP se insiste en que “todos podemos ser misioneros”. Por un lado, a través de la cooperación personal, es decir, colaborando como voluntarios en las Delegaciones diocesanas de Misiones, en los grupos parroquiales o arciprestales de animación misionera, etc.; o bien a través de la oración y el ofrecimiento del sufrimiento por los misioneros y sus proyectos.
TESTIMONIOS MISIONEROS
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CARTA DOMINICAL del arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz
ENTREVISTA A EDUARDO MARTÍN CLEMENS, delegado diocesano de Misiones
«Sevilla cuenta con cerca de 200 misioneros en los cinco continentes»
MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO para el DOMUND 2024
Vayan e inviten a todos al banquete (cf. Mt 22,9)
MATERIALES de las Obras Misionales Pontificias (OMP)
Cartel de la Jornada del DOMUND 2024
Página web de la Campaña DOMUND 2024
Materiales para profesores y catequistas
CONTACTO
Delegado Diocesano
D. Eduardo Martín Clemens, pbro.
C/ Don Remondo 9. 41004 Sevilla
Tel: 954225437
E-mail: misiones-sevilla@omp.esBlog de la Delegación diocesana de Misiones: http://misionessevilla.blogspot.com.es/
Cuenta corriente para donativos: Banco Santander, ES28 0049 1861 11 22 104 38 703
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