Con motivo de la festividad del primero de mayo, que tendrá lugar el próximo jueves, la delegación diocesana de Pastoral Obrera invita a participar en la celebración de la Eucaristía que presidirá el arzobispo de Sevilla, mons. Asenjo Pelegrina, en la parroquia de la Resurrección del Señor (Carretera de Carmona, 92, en Sevilla), el miércoles 30 de abril, a las ocho de la tarde.
El delegado diocesano de Pastoral Obrera, Diego Muñiz, ha escrito unas palabras en vísperas de esta jornada dedicada al mundo obrero:
«Se acerca la festividad del primero de mayo, que vuelve a tocar nuestras conciencias con la situación de nuestra sociedad. Todos conocemos casos concretos, a veces muy cerca de nosotros, de personas y familias que lo están pasando muy mal. Casi siempre la causa de su sufrimiento y desconcierto tiene relación directa con el trabajo: o porque se han quedado sin trabajo, o porque aún no lo han encontrado, o porque temen perderlo, o porque el trabajo que ahora tienen está mal pagado o lo realizan en condiciones de explotación. La Iglesia nunca ha sido ajena a la situación de las personas y a sus sufrimientos, tampoco a los que provienen del mundo del trabajo.
El Papa Francisco ha invitado a toda la Iglesia «a salir a las periferias físicas y existenciales de nuestro mundo». «Cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación y la promoción de los pobres, de manera que puedan integrarse plenamente en la sociedad; esto supone que seamos dóciles y atentos a escuchar el clamor del pobre y socorrerlo» (Evangelii Gaudium 187).»
El delegado de Pastoral Obrera, anima a que el 1 de mayo, «en la fiesta cristiana del trabajo, unidos a nuestro Arzobispo tengamos en nuestras celebraciones muy presentes a todos los trabajadores de la Archidiócesis y, muy especialmente, a cuantos no tienen trabajo o lo realizan en condiciones incompatibles con su dignidad, como expone Mons. Asenjo en su carta pastoral del pasado domingo 27 de abril.
Diego Muñiz añade que «como parroquias, comunidades y grupos cristianos busquemos los momentos más adecuados para reflexionar la carta pastoral del Arzobispo, para orar y expresar solidaridad, cercanía y afectocon las familias y personas que sufren las consecuencias del desempleo, expresando así nuestra esperanza en Jesús Resucitado.» Para ello, la delegación ha realizado un subsidio litúrgico, del mismo modo que también puede ayudar el comunicado que los movimientos apostólicos en el mundo obrero han dado a conocer un año más.
«Una vez más, como Pueblo de Dios, estamos llamados a compartir nuestra Pascua personal y comunitaria con tantos hermanos y hermanas del mundo obrero y del trabajo que aguardan la liberación que nos trajo el Señor Jesús. ¡Jesucristo nos regala el Espíritu de la nueva creación! para que estrenemos su nueva conducta, personal y comunitariamente, al servicio de un mundo nuevo, justo y fraterno.- expone el delegado de Pastoral Obrera- Vivamos esta experiencia: unos con otros, unos para otros, el paso a una nueva vida compartida: los últimos ya son primeros».
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