El pleno del Ayuntamiento de Castilblanco de los Arroyos, por unanimidad, ha concedido al sacerdote diocesano Antonio Gálvez López el nombramiento de Hijo Predilecto. Dicho reconocimiento de su localidad natal, será entregado el próximo 28 de febrero, Día de Andalucía, en el teatro municipal Miguel Fisac.
El homenajeado ha mostrado su sorpresa y gratitud ante este reconocimiento y ha agradecido las numerosas muestras de afecto recibidas por toda la Archidiócesis.
Antonio Gálvez, de muy temprana vocación, fue ordenado sacerdote en 1959. Después de los primeros destinos pastorales en San Ignacio del Viar y Torre de la Reina, estuvo como párroco de El Pedroso durante quince años. De allí partió a la capital donde estuvo a cargo de la Parroquia Ntra. Sra. de los Dolores y más tarde de la Parroquia de la Salud, en la zona norte de Sevilla, de la que estuvo al frente durante más de 35 años, hasta su jubilación pastoral en 2015. Además, Antonio Gálvez ha sido profesor de Religión durante una década. Actualmente vive su ministerio en disposición y servicio al presbiterio diocesano. De su ingente labor pastoral, Antonio Gálvez destaca “el servicio y la disponibilidad que siempre he tratado de tener presente, en todas las cosas que he hecho y, aun ahora, estando jubilado, sirviendo a mis vecinos o compañeros”.