Más de un centenar de voluntarios de la organización sevillana se concentran en el Salvador para sensibilizar sobre la desprotección social que sufre este colectivo.
Cáritas Diocesana de Sevilla celebró el pasado ayer, 16 de noviembre, en la Plaza del Salvador, una concentración para hacer presente la difícil situación que viven las personas sin hogar. El acto se realizó con motivo de la semana de las personas sin hogar que celebra el Ayuntamiento de Sevilla, y bajo el paraguas de la campaña presentada por Cáritas el pasado 24 de octubre “Comparte tu red. No dejes que se queden fuera de cobertura”.
Con un decorado de fondo lleno de cartones sobre los escalones del Salvador, y una pancarta que rezaba el lema de la última campaña de Cáritas “Comparte tu red”, daba comienzo el acto, mientras un grupo de voluntarios, técnicos y participantes de los diferentes proyectos de atención a personas sin hogar que la institución de la Iglesia desarrolla en Sevilla, pitaban con silbatos para llamar la atención de los viandantes.
Tras una breve introducción que invitaba a reflexionar y a ponerse en el papel de estas personas, uno de los voluntarios leyó un manifiesto: “¿Dónde queda la dignidad? -se preguntó-Pedimos a la sociedad que amplíe la mirada y que se ponga en el lugar de las personas que viven una situación diferente. Más allá de las circunstancias de dificultad, las personas tienen un pasado y un futuro digno. Pedimos respeto y buen trato”.
Más tarde se pudo escuchar el testimonio de tres participantes de Centro Amigo que narraban la situación que les llevó a quedarse en la calle y el importante papel que jugaron las personas que les ayudaron a salir de ella.
Como broche final a este encuentro, se escuchó una canción compuesta para la ocasión por el cantautor José Antonio Delgado: “Nadie quiere en la calle estar cuando el mundo truena fuera sin cesar… dime quién remendará esta red y la locura de no dejarles sin cobertura, nunca más”.
Cáritas Diocesana de Sevilla atiende a más de 400 personas sin hogar al año a través de cinco proyectos de atención en calle, desarrollado por diferentes parroquias de la capital, dos pisos de autonomía y Centro Amigo, un recurso residencial y de día para que las personas acogidas puedan desarrollar un proceso dotado con las herramientas necesarias para recuperar la autonomía y la inclusión social. Para ello, la institución de la Iglesia invirtió el pasado año 862.400 euros y contó con la colaboración de 300 personas voluntarias y el trabajo de 22 técnicos.
