Los responsables de Cáritas Diocesana de Sevilla han presentado esta mañana en rueda de prensa la Memoria 2017 bajo el lema ‘Comprometidos por un Mundo Mejor’. En ella, don Juan José Asenjo, arzobispo de Sevilla, comenzó con unas palabras del papa Francisco sobre la llamada a la santidad, donde recordaba que a lo largo de la historia de la Iglesia “lo que mide la perfección de las personas es su grado de caridad”, haciendo alusión a un ‘protocolo básico’ para llevarlo a cabo, “porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui peregrino y me hospedasteis, estuve enfermo o en la cárcel y vinisteis a verme”. Las Cáritas parroquiales y diocesanas son un reflejo de estas palabras hoy en día, “propician el ejercicio organizado y conjunto de la caridad en la vida de la Iglesia”, recordó el arzobispo, que quiso agradecer y destacar la importancia y el compromiso de los donantes, “gracias al trabajo y esfuerzo de los 3007 voluntarios de todas las parroquias, edades y condiciones sociales, pues sin su compromiso generosos la labor de Cáritas sería imposible, ellos nos brindan su tiempo, capacidades y energías para entregarlo a quienes más lo necesitan y además, lo hacen gratuitamente, por lo que su labor merece ser reconocida por la sociedad, la Iglesia y por un servidor”.
Otro aspecto que quiso destacar el arzobispo de Sevilla es que del total de fondos que Cáritas maneja y que dedica para la atención a los más necesitados, “el 80% tienen su origen en las colectas de las parroquias, donantes, socios, legados y testamentos a favor de Cáritas, es decir, de los bienes cristianos que quieren compartir sus bienes con los más necesitados, unidos a las cantidades que invierten los religiosos con sus obras sociales más las hermandades y cofradías. Todo ello expresa el compromiso de la comunidad cristiana en el servicio a los pobres”, concluyó.
“Queremos que esta presentación sea algo más que datos, sea una reflexión de la realidad que tantos hombres y mujeres de nuestra ciudad y nuestros pueblos tienen”
El director de Cáritas Sevilla, Mariano Pérez de Ayala, quiso ir más allá con la presentación de esta Memoria 2017, pues como se puede ver, “la incipiente recuperación económica, que no corre en paralelo con la superación de la crisis social, no ha beneficiado a los colectivos más necesitados”.
En este sentido, el director quiso recordar que “persisten aún altas tasas de desempleo y se ha desarrollado un modelo laboral basado en la precariedad”. Según la EPA del cuarto trimestre del 2017, en la provincia de Sevilla hay 206.900 personas en paro. El número de hogares con todos sus miembros activos en paro es de 70.762, “dato importante de señalar”. Esto se une a la precarización de la protección por desempleo: 67.799 personas, casi el 34% del total de desempleados, “no reciben prestación alguna y los que lo hacen son los que acuden a nuestras Cáritas parroquiales”.
Alta tasa de precariedad laboral y bajos salarios
El empleo remunerado ya no sirve de garantía para dejar de ser pobre. El 96% de los contratos firmados en Sevilla en el último año son temporales y parciales, “lo que hace perpetuar situaciones de pobreza y exclusión”. Además, la tasa de riesgo de pobreza de las personas con empleo en Andalucía “ha aumentado hasta el 24,45% en 2017, por lo que es necesario promover un trabajo decente que permita vivir con dignidad”.
Tres de los cuatro barrios más pobres de España, en Sevilla
“La pobreza y exclusión social son fenómenos estructurales”, destacó el directos de Cáritas en Sevilla, que recordó que “unos 3,5 millones de andaluces, el 41,7% de una población compuesta por 8.497.841 personas, sufren pobreza y exclusión social”. El 78,1% de esta misma población tiene dificultades para llegar a fin de mes, “lo que hace que cada vez asistamos a una sociedad más dual”.
Esta pobreza y dualidad económica y social se manifiestan con especial intensidad en la provincia de Sevilla: algunos municipios más cercanos a la capital, como la zona del Aljarafe, gozan de mayores rentas, mientras que los más alejados (los pueblos de la Sierra Norte y Sur), disponen de rentas más bajas. Tres de los cuatro barrios más pobres de las quince ciudades más pobladas de España son sevillanos, así “Los Pajaritos-Amate lidera el ranking, con una renta media anual por hogar de 12.307 euros; el segundo puesto corresponde al Polígono Sur, con 13.180 euros; el cuarto lugar es ocupado por Torreblanca, con 14.661 euros”.
Más de 51.000 personas ayudadas por las redes de Cáritas en toda la provincia
Durante 2017, las Cáritas parroquiales acompañaron a 16.119 familias en situación de exclusión o vulnerabilidad, con 51.581 personas beneficiarias de las acciones realizadas. El número de familias atendidas “supone un leve descenso, un 7,8 % respecto del año anterior. Sin embargo, se realizaron más de 120.000 intervenciones en las diferentes Cáritas parroquiales, “sustancialmente idénticas a las del 2016 porque son familias cuya demanda se centra en la cobertura de la demanda de recursos de primera necesidad (alimentación, higiene, vestido…) y la vivienda (alquileres/hipotecas, equipamientos, suministros…). Estas concentraron “el 77,61% de las intervenciones realizadas”.
El aumento de los alquileres está golpeando también a las familias más pobres de nuestra comunidad
Muchas de ellas no han podido acceder a vivienda en propiedad o la perdieron como consecuencia de la crisis y ahora ven agravada su situación por el precio de los alquileres. Todo esto aumenta la demanda del pago de alquileres y lo estamos percibiendo, por lo que queremos dar una llamada de atención en este sentido. Por ello, “aumenta el gasto realizado por las Cáritas parroquiales en el ámbito de atención primaria y en concreto, fueron 4.887.678 euros en 2017 por los 4.382.144 euros en 2016, un 8,14% más.
Proyectos específicos
Respecto a los proyectos específicos en el programa de Inmigrantes que se desarrolla a través del Proyecto Nazaret, se atendió a un total de 136 inmigrantes. Su objetivo es acompañar de manera integral a personas y familias inmigrantes en situación de vulnerabilidad en el desarrollo de su proyecto migratorio, facilitándoles las herramientas necesarias para desenvolverse con autonomía en la sociedad receptora.
Respecto al programa de Empleo, la acción del Departamento de Empleo se realiza fundamentalmente a través del Centro Diocesano de Empleo y en 2017, un total de 174 personas encontraron empleo a través de las diferentes acciones desarrolladas desde el Centro y de las 497 personas atendidas, 187 participaron en orientación laboral, 136 en formación para el empleo y 174 en intermediación laboral.
Del programa de Atención a Personas en Situación de Exclusión Social, el Centro Amigo es un espacio residencial de acogida y centro de día con una capacidad total para 40 personas, 20 para cada régimen, y en 2017 unas 46 personas se beneficiaron de los servicios prestados.
Junto a esto, las Cáritas parroquiales atendieron a 555 personas que viven en la calle. “Cáritas quiere estar con los últimos de los últimos”.
Ilusionados con los proyectos relacionados con la Economía social y solidaria
“Cáritas está siendo un esfuerzo por demostrar que hay una economía donde es posible poner a la persona en el centro”. En Sevilla, estos proyectos tienen que ver con Bioalverde SL., que creó 6 puestos de trabajo para la inserción sociolaboral y realizó el II Curso de formación en agricultura ecológica para personas en riesgo de exclusión social; y el Proyecto Textil que consolidó y aumentó los puntos de recogida masiva en pueblos de la provincia. El Proyecto Textil ha permitido crear 6 puestos de trabajo y reciclar más de 443.000 kilos de ropa.
Llamamiento a la sociedad en general y representantes públicos respecto a tres temas.
Creación de empleo. “Es la palanca fundamental que permite a las personas salir de las situaciones de exclusión y que hace que las personas no se cronifiquen para obtener recursos para valerse por sí mismos. Que haya planes para fomentarlo y también para la economía social que también es un pilar de crecimiento”.
Vivienda. “Preocupa que cada vez haya más demanda para los alquileres, por lo que es necesario recuperar programas para la construcción de vivienda para personas con menos posibilidades”.
Protección de las familias en general. “Han sido el sostén fundamental que ha permitido a muchas personas no caer. Hay que hacer un esfuerzo para que las familias dispongan de mayores ayudas”.
En Cáritas no perdemos la esperanza
Es posible superar estas situaciones con el esfuerzo de todos, de ahí el lema de este año, ‘Tu compromiso mejora el mundo’.