Tú también puedes ser santo

Día de la Iglesia Diocesana

Nuestra Archidiócesis de Sevilla ha celebrado con alegría las beatificaciones de 20 mártires en el contexto de la persecución religiosa española del siglo XX, y también del sacerdote José Torres Padilla, cofundador de la Compañía de la Cruz. La Iglesia, nuestra Madre, se alegra con los mejores de entre sus hijos que, soportando la prueba con amor, alcanzaron la gloria del cielo. La beatificación de los mártires Manuel González-Serna Rodríguez y diecinueve compañeros, entre los que hay diez sacerdotes, un seminarista y nueve seglares (ocho hombres y una mujer), hijos de esta Archidiócesis de Sevilla, nos revela la dimensión comunitaria de la santidad de la que hablaba el papa Francisco. Demos gracias a Dios por el testimonio que nos dejaron estos hermanos nuestros que nos enseñan cómo el amor de Cristo trasforma profundamente la historia, convirtiendo el suplicio de la cruz en camino de redención y de perdón. La tortura que padecieron nuestros mártires se convirtió en ocasión de un amor más grande, incluyendo el perdón a los enemigos. Murieron perdonando a los que les quitaban la vida.

 

Estamos llamados a vivir la dimensión martirial de la vida cristiana auténtica, que aspira a la santidad, a la entrega total y a dar la vida si fuera preciso, contribuyendo a la renovación de la Iglesia y de la sociedad. Su testimonio martirial nos hace sentir que formamos parte de una gran familia que camina unida en santidad siguiendo la huella de tantos testigos santos que coronan nuestra Archidiócesis. Pedimos a Dios, en el Día de la Iglesia Diocesana y por intercesión de nuestros beatos mártires, que la fe de nuestras comunidades cristianas sea fortalecida y reavivada, haciendo de ellas espacios de justicia, de amor y de paz, también de convivencia y reconciliación, porque los mártires son una riqueza espiritual para todos. Ellos son la mejor escuela de reconciliación en la sociedad y artífices de comunión en la Iglesia en España.

 

También animo a conocer la vida del beato José Torres Padilla. Fue confesor y director espiritual de muchas personas en diversos lugares de España, haciendo gala de una gran capacidad de escucha, dedicándoles tiempo y energías, sabiéndolas acompañar, en su circunstancia y su historia, por caminos de santidad, con extraordinaria prudencia. En Sevilla se le llamaba popularmente el «santero» porque tenía fama de santidad y porque introducía por el camino de la santidad a las personas que dirigía. Entre las almas que acompañó espiritualmente destaca santa Ángela de la Cruz, canonizada por san Juan Pablo II en 2003, con la que colaboró en la fundación de las hermanas de la Compañía de la Cruz. Compartía con santa Ángela el carisma de “hacerse pobre con los pobres para atraerlos a Cristo”. El beato Padre Torres proyecta una gran luz en la vida de nuestra Archidiócesis, en la vida de la Iglesia y de la sociedad, por su ejemplo como persona, como cristiano y como sacerdote.

 

La celebración de la Iglesia diocesana es la ocasión para tomar más conciencia de la familia santa a la que pertenecemos por el bautismo. No dejes de participar y colaborar, tu aportación es muy necesaria para seguir creciendo. Tú también puedes ser santo con el testimonio de tu vida sencilla y fecunda. Que Nuestra Madre la Virgen de los Reyes y nuestros santos intercesores de la Iglesia de Sevilla nos sigan regalando frutos de santidad.

 

+José Ángel Saiz Meneses

Arzobispo Metropolitano de Sevilla

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