Palabras del Arzobispo.
“Aspirad a los bienes de arriba y no a los de la tierra”. Este era el consejo que nos daba san Pablo el domingo de Pascua y que las primeras generaciones cristianas se tomaron muy en serio. Su estilo de vida es el propio de quienes están persuadidos de que su verdadera patria es el cielo. Por ello, no ponen sus afanes en los bienes materiales, lo poseen todo en común, tienen un solo corazón y una sola alma, oran y acuden asiduamente a escuchar las enseñanzas de los apóstoles, dan testimonio de la resurrección de Jesucristo con mucho valor y son admirados por el pueblo.
Como las primeras generaciones cristianas, también nosotros estamos llamados a aspirar a los bienes de arriba y no a los de la tierra, a vivir ya desde ahora el estilo de vida del cielo, es decir, una vida de piedad sincera vivida en la cercanías del Señor, alimentada en la oración y en la escucha de la Palabra de Dios; una vida alejada del pecado, de la impureza, del egoísmo y de la mentira; una vida pacífica, honrada, austera, sobria, fraterna, edificada sobre la justicia, la misericordia, el espíritu de servicio y la generosidad; una vida, en fin, asentada en la alegría de sabernos en las manos de nuestro Padre Dios y, por ello, libres ya del temor a la muerte.
Esto es lo que tenemos que creer y lo que tenemos que anunciar. Queridos hermanos y hermanas: no calléis vuestra fe en la resurrección de Jesucristo. Pregonad a pleno pulmón que Jesús resucitado es el futuro, el único futuro para el mundo, nuestro propio futuro. A Él le pedimos en este sábado que ponga fin a la tragedia que nos aflige.
+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla
Escuchar audio