La familia, escuela de comunicación

Carta semanal del Arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo Pelegrina

Queridos hermanos y hermanas

En este domingo, solemnidad de la Ascensión del Señor, la Iglesia celebra la XLIX Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.Tan sólo once años han transcurrido entre el Mensaje que, para esta misma Jornada San Juan Pablo II dedicó a la familia y el que le ofrece este año el Papa Francisco con el título «Comunicar la familia: ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad del amor». Este breve periodo de tiempo pone de manifiesto la importancia que la institución familiar tiene en la misión de la Iglesia.

En esta ocasión, enmarcada entre la celebración de los dos Sínodos que la Iglesia dedica a los desafíos pastorales de la familia cristiana, el Papa pone en práctica uno de los objetivos de las proposiciones sinodales que componen los Lineamenta del que se celebrará el próximo mes de octubre: resaltar el valor que supone la familia cristiana para el desarrollo de cada persona en particular y de la sociedad en general.Hace falta recuperar todo el planteamiento propositivo de la familia cristiana en toda su riqueza.

Esta es la propuesta del Santo Padre al subrayar en el Mensaje la necesidad de observar la institución familiar como «primer lugar donde aprendemos a comunicar de modo más auténtico y más humano» aprovechando el intercambio entre las distintas generaciones, caracteres, y limites personales, lo que favorece no solo el enriquecimiento personal de cada miembro de la familia sino la oportunidad de pedir perdón cuando se ofende. Añade además que es escuela de perdón, de escucha y de oración a la hora de interpretar la oportunidad de vivir en familia como «ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad del amor».

El Papa Francisco se remite al seno materno como primer lugar familiar donde se empieza a comunicar, ya que «éste nos acoge es la primera «escuela» de comunicación, hecha de escucha y de contacto corpóreo, donde comenzamos a familiarizarnos con el mundo externo en un ambiente protegido y con el sonido tranquilizador del palpitar del corazón de la mamá».

La comunicación en el seno de la familia comprende muchos modos de expresar lo que cada miembro siente y vive. De este modo, añade el Santo Padre, «la comunicación, como construcción de proximidad,es la capacidad de abrazarse, sostenerse, acompañarse, descifrar las miradas y los silencios, reír y llorar juntos, entre personas que no se han elegido y que, sin embargo, son tan importantes las unas para las otras». Es a convivencia en la familia la hace que salgamos al encuentro los unos de los otros, aún sin pretenderlo, pues no somos capaces de no dar respuesta a lo que un miembro de nuestra familia está reclamando, aunque sea tan solo con la mirada.

En el Mensaje de este año, el Papa dedica un apartado a las familias con hijos afectados por una o más discapacidades, que en el ámbito de la comunicación tienden a encerrarse por sus limitaciones psíquicas o físicas. Esta realidad supone un desafío no solo para sus padres sino para toda la sociedad y en concreto para la Iglesia, que debe encontrar también aquí un «estímulo para abrirse, compartir y comunicar de modo inclusivo» con los más débiles de nuestra sociedad.

Por otra parte, como advertía San Juan Pablo II en su Mensaje de 2004, no está exenta de riesgos la comunicación familiar en lo que respecta al desarrollo de los medios de comunicación social. Desgraciadamente vemos como en muchas ocasiones los adelantos tecnológicos, que mejoran las redes sociales de comunicación, provocan un aislamiento de los individuos, incluso en el hogar. No resulta difícil encontrar una reunión familiar donde muchos de sus miembros se encuentran mejor manteniendo una conversación a través de whatsApp con alguien que no se encuentra físicamente cerca que relacionándose con los que tiene a su lado.

De ahí el reto que supone para la Iglesia devolver la riqueza de la comunicación interpersonal y fomentar la cultura del encuentro, tal y como insiste el Papa Francisco desde el inicio de su pontificado.

Este Mensaje de Santo Padre para la LXIX Jornada de las Comunicaciones Sociales contribuye a fundamentar el desafío para la Nueva Evangelización de las familias y viene a enriquecer la reflexión pastoral que sirve de preámbulo para el próximo Sínodo de la Familia que se celebrará en el mes de octubre de este año.

Para todos mi saludo fraterno y mi bendición.

+ Juan José Asenjo Pelegrina

Arzobispo de Sevilla

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