Cerca de 300 personas -entre voluntarios, técnicos, colaboradores, sacerdotes, religiosos y diáconos- se dieron cita el pasado sábado en la XXIII Escuela de Formación Social de Cáritas Diocesana de Tenerife, que se celebró, como viene siendo habitual en los últimos años, en el colegio Pureza de María de Los Realejos.
La escuela, convocada en esta ocasión bajo el lema «Construyendo espacios de esperanza”, ofreció una propuesta de formación orientada fundamentalmente hacia el “análisis profundo de la realidad y la llamada que Dios nos hace en medio de la pobreza y a través de quienes más lo necesitan». En este sentido, se debatieron y trabajaron los principales datos y aspectos contenidos en el VIII Informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en Canarias.
Así, el programa incluyó, junto a los momentos de formación y el análisis de dicho informe, otros destinados a la celebración cristiana, la oración, la reflexión y la convivencia. Como en cada edición, la Escuela de Otoño está dirigida, principalmente, al voluntariado y al resto de agentes de Cáritas, aunque está abierta a la participación de todas las personas que en la diócesis colaboran o tienen interés en ámbitos de la pastoral caritativa y social.
Cáritas Diocesana de Tenerife apuesta por abrir la mirada del entendimiento y del corazón para dejarnos transformar por la realidad que nos interpela. Así, proponemos caminos para adaptar nuestro estilo de vida, nuestra manera de actuar, a lo que esta realidad nos pide. Nos guía el Espíritu que se manifiesta en cada uno de nosotros y en comunidad, que nos impulsa y da aliento para vivir la misión al estilo de Jesús y sus discípulos.