Lucía Carmen de la Trinidad es una de las 15 hermanas de la Comunidad de Carmelitas Descalzas del Monasterio de san José, de Antequera.
¿Desde cuándo se dedican a los pasteles?
Desde hace muchísimo tiempo. Venimos heredando recetas de nuestras hermanas mayores, y queremos seguir conservando su buen hacer. Hablo desde la experiencia porque he trabajado muchos años en el obrador.
¿Qué tienen los pasteles de las monjas que saben tan bien?
Mucho cariño, porque ponemos alma y corazón en este trabajo que nos regala la Providencia, ya que somos pobres y los pobres se ganan el pan de cada día con el sudor de su frente. También saben muy bien por la total naturalidad de todos los productos que elaboramos, libres de conservantes y también de máquinas que cortan en serie las piezas, que envuelven, que empaquetan… que, si bien es verdad agilizan la producción, restan a los dulces ese sabor que van tomando en la elaboración manual, artesana cien por cien.
¿Hacen también venta online? Ahora que nos estamos adaptando a lo telemático y lo online por causa de la pandemia.
Propiamente venta online no hacemos. Nos han hecho una entrevista en el periódico local, El Sol de Antequera, y gracias a ella algunas personas se han acercado al torno a interesarse y comprar nuestros dulces. Además, en esta situación de pandemia que vivimos, estamos enviando por mensajería los pedidos que nos hacen por teléfono o por e-mail. Basta con ponerse en contacto con nosotras.
Un año duro el que estamos viviendo, en la salud y en la economía, ¿cómo lo están viviendo ustedes?
Lo estamos viviendo desde la fe. La esperanza se va abriendo paso. ¿Recuerda el poema “Si sabrá la Primavera / que la estamos esperando”? Al final del mismo, yo expresaba mi certeza de que “Algo nuevo está brotando”, parafraseando al profeta Isaías. Y es verdad: algo nuevo brota de lo más profundo del corazón del hombre, de las entrañas de la madre tierra. La salud se ha quebrado, la economía de muchos se ha desintegrado. El papa Francisco ha levantado su voz gritando que “todos somos hermanos” (en su nueva encíclica “Fratelli tuti”). Creo sinceramente que es un tiempo de GRACIA para la humanidad.
Este año, más que nunca, hay que estar al lado del pequeño comerciante y de los productos de calidad, ¿no es así?
Así es. Son muchas las personas que nos confían su angustia vital, porque viven de su pequeña empresa, de su tiendecilla abierta hasta poco menos de las seis, y no les llega para vivir honradamente. Esta situación ha abierto demasiadas heridas, ha dado cauce a mucho sufrimiento. Y no olvidemos que un producto de calidad tiene detrás una cadena de producción que no es nada económica: buena materia prima, muchas horas de elaboración manual. Y eso tiene que tener su justa retribución.
Su deseo para esta Navidad…
Que sea la Navidad más profunda, más auténtica de toda nuestra vida. Que Jesús, el Hijo de la Virgen y de José, nazca realmente en nuestro corazón. Que sea una Navidad única e inolvidable. Que desterremos el miedo, la sospecha, el temor al contagio. Que valoremos, como nunca lo hemos hecho, el beso y el abrazo que ahora no podemos dar. La Primavera bien sabía que la estamos esperando, y nos llenó de jazmines el alma para que ahora Jesús pueda nacer muy dentro de nosotros.
¿Cómo y dónde comprar sus dulces?
Tenemos venta directa en el torno. Nuestra dirección es Plaza de las Descalzas, 3. 29200 Antequera.
Y, en esta situación especial que estamos viviendo, también la enviamos por mensajería a cualquier rincón de España. Nuestro teléfono es el 952 84 19 77, y el correo electrónico es descalzastorcal@gmail.com
