Conoce hoy el testimonio de Sor Laura, secretaria provincial de las Hermanitas de los Ancianos desamparados.
Los medios de comunicación de la Iglesia y la Conferencia Episcopal ofrecen, en los últimos días del Estado de Alarma, las historias más significativas que la Iglesia ha desarrollado con su labor durante el confinamiento. El nombre de la iniciativa, «Una Iglesia, 10 historias», manifiesta la respuesta conjunta que la Iglesia ha dado a tantas dificultades a través de diez historias concretas. La iniciativa presenta a personas e instituciones de la Iglesia que han estado en primera línea durante la crisis sanitaria y social que ha provocado el COVID-19. Una mirada a la memoria de la acción, gestos y testimonios que estas personas han protagonizado a lo largo del confinamiento.
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En la historia de hoy ofrecemos el testimonio de Sor Laura, secretaria provincial de las Hermanitas de los Ancianos desamparados de Córdoba. El carisma de la congregación, fundada el 27 de enero de 1873, es ofrecer toda su vida al servicio de los ancianos, en nuestra ciudad concretamente a los más de cien que atienden actualmente. Sor Laura asegura que «estamos viviendo un tiempo de mucha unión y colaboración» a pesar de tratar con las personas de mayor riesgo de contagio del coronavirus.