Jóvenes de la Diócesis han comenzado el año compartiendo una jornada de catequesis y oración ante María Santísima de Araceli. Iniciaron su andadura en la mañana del 2 de enero hasta la ermita lucentina acompañados por miembros de la Archicofradía de la Virgen de Araceli, entre otros.
La peregrinación de jóvenes al Real Santuario Diocesano de Aras congregó a unos 100 jóvenes en una jornada de catequesis y oración en torno a María Santísima de Araceli celebrada el día 2 de enero.
En grupos reducidos de seis personas, a las nueve de la mañana, los jóvenes partían al Santuario de Aras de forma escalonada para evitar que se produjeran aglomeraciones. Al llegar a la “Primera Cruz”, los peregrinos rezaron el Ángelus antes de continuar su recorrido hasta la ermita aracelitana.
Pasadas las once de la mañana, llegaban a la explanada del Santuario y se dirigieron a los merenderos para agruparse en torno a la bandera de su grupo y recibir la catequesis.
Seguidamente, a las doce, comenzó la celebración de la eucaristía presidida por el vicario parroquial de San Mateo, Diego Fernando Figueroa Cabrera, y que contó con el acompañamiento musical del grupo joven de la parroquia de Santo Domingo.
Tras la comida, la jornada concluyó con la celebración de un Adoremus en el que los asistentes pudieron escuchar los testimonios de Pablo y Teresa, una joven pareja de la parroquia de la Compañía de Córdoba; conocieron la experiencia de la lucentina Pura, que recientemente ha tomado el hábito en la congregación del Verbo Encarnado; y de Pedro del Pino, joven seminarista de la diócesis de Córdoba.
Durante toda la jornada, organizada por la delegación de cultos de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli, los jóvenes estuvieron acompañados por el Hermano Mayor, Rafael Ramírez Luna; la camarera de la Virgen, Rosa Buendía Picó; y el párroco de Santo Domingo de Guzmán, Nicolás Rivero Moreno.