Fernando Rovi y María Dolores Romero pertenecen a la parroquia de la Inmaculada Concepción de la Carlota, son padres de seis hijos.
¿Cuáles son los pilares de vuestra convivencia familiar?
El sabernos hijos de Dios, que nos hace vivir con una vocación específica, en nuestro caso el matrimonio y la familia, empezando por ejercer la caridad primero en nuestro hogar, siendo el primero tu esposo/a y de ahí, sale el amor a los hijos. No es bueno invertir ese orden.
¿Qué resulta más complicado en la educación de los hijos en este momento social?
Que la sociedad les dice muchas veces lo contrario del mensaje cristiano, que lo que suele ser habitual, se quiere presentar como normal y por eso intentamos darle criterios para que sepan discernir.
¿Qué instrumentos tiene la familia de hoy para manifestarse cristiana?
Pensamos que un instrumento valioso es la formación cristiana. Muchas veces, incluso los que nos podemos catalogar como cristianos practicantes, podemos vivir como el resto de personas no practicantes, con la única diferencia de asistir a la Misa Dominical y todo por ignorancia. Sin formación vivimos una fe muy descafeinada y que no es auténtica. Y así, difícilmente podemos contagiar la alegría del Evangelio.
La transmisión de la fe a los hijos es un reto para todos, ¿cómo lo hacéis vosotros?
Con la gracia de Dios, dando un testimonio coherente de palabras y obras en nuestra vida diaria, a pesar de nuestros errores. Que nos vean alegres por ser hijos de Dios. Viviendo las prácticas de piedad, rezo del Santo Rosario, confesión frecuente, la Santa Misa diaria si nos es posible…
¿Cómo vivís la temprana vocación sacerdotal de vuestro hijo mayor?
Nuestro hijo mayor, de 13 años está realizando su segundo curso en el Seminario Menor, y para nosotros supuso al principio, dentro de la alegría, cierta inquietud; pero después de razonarlo en la oración y en el matrimonio, llegamos a la conclusión, que si Dios estaba llamando a nuestro hijo a discernir su vocación sacerdotal, ¿Quién éramos nosotros para poner obstáculos a la voluntad de Dios? Solo podemos decir que Dios no te quita nada, que nunca se deja ganar en generosidad.
¿Cuál es vuestra parroquia?, habladnos de vuestra vida en comunidad
Nuestra parroquia es la Inmaculada Concepción de La Carlota, que este año celebra su 250 º aniversario. Colaboramos en lo que podemos, catequesis prematrimoniales, hermandades… También tenemos un grupo de matrimonios, llamado Grupo Roma y nos reunimos quincenalmente. Fernando también recibe formación en Córdoba, de las enseñanzas y carisma de San Josemaría Escrivá.
¿Cómo imagináis la Iglesia del futuro?
Gran parte de nuestra sociedad ha perdido el sentido de lo religioso y nos toca salir en misión en nuestros ambientes cotidianos, para llevar el mensaje de que la vida es para gastarla por amor, que la fuente de ese amor es Dios, que fuera de esto no se puede llevar una vida plena y sobre todo que nuestro fin, es gozar del Señor durante la eternidad.
Fecha y lugar del matrimonio: El 2 de octubre de 2004, en la Parroquia Inmaculada Concepción de La Carlota
N
úmero de hijos y edades: Seis hijos. Rafael Jesús de 13, Fernando Ángel de 11, Mª Dolores de 9, Juan Pablo de 6, Marta de 4 y Carmen Mª que tiene 6 meses.
Un momento de vuestra historia familiar: Realizar el Master de Pastoral Familiar por el Instituto Pontificio San Juan Pablo II.
Fuimos invitados por el que fue nuestro Párroco D. Jerónimo Fernández
Torres, y supuso un antes y un después en nuestra vida matrimonial y familiar. Otro momento muy importante fue la renovación de las promesas matrimoniales el día de nuestro décimo segundo aniversario frente al Sepulcro de San Pedro en Roma, de manos de D. Juan Carlos Navarro Carmona.
Una actividad que comparte la familia en su tiempo libre: Jugar con nuestros hijos: montar en bici, a la pelota, saltar la comba, ir al campo. En definitiva, disfrutar en familia.
Qué cosas no dejáis de hacer juntos cada día: Tener un tiempo de dialogo familiar, que suele ser durante la comida.
Qué lugar ocupan los abuelos en casa: Tenemos a los cuatro abuelos, y estamos agradecidos por todo lo que han realizado y realizan por nosotros. Siempre entregando su tiempo por los demás.
¿Rezáis por algún sacerdote?: Por todos en general, pero especialmente por los sacerdotes que Dios ha puesto a nuestro lado, que son muchos; por la fidelidad a su vocación y por la santidad de los mismos.