El sacerdote Manuel Ángel Santiago, vicario para el Laicado, ofrece este artículo con algunas pistas para vivir octubre, mes de las misiones y mes dedicado a la Santísima Virgen del Rosario.
El día 7 de octubre se celebra a la Virgen bajo la secular advocación de Ntra. Sra. del Rosario a quien a lo largo de los siglos millones de cristianos han invocado meditando los misterios de la vida de Cristo a los cuales está asociada de manera singular la Virgen Santísima. En nuestra diócesis son numerosas las parroquias dedicadas a Santa María del Rosario, siendo a la vez patrona de muchos pueblos y ciudades de esta bendita tierra del sur.
Rezar el rosario es entrar en la escuela de María y aprender a contemplar desde su corazón inmaculado el rostro bellísimo de Cristo. Es la oración de los sencillos y de los pobres, de los santos y de los que sienten el peso de sus culpas, de las familias y de los que procuran la paz y la justicia para el mundo.
¿Pero que expresa el Rosario Misionero? El Rosario Misionero es una forma de oración que toma como base al Rosario tradicional, en el cual, por intercesión de María, se pide al Padre por las intenciones y necesidades de todo el mundo. Es una oración mariana universal y misionera.
Está estructurado, al igual que el Rosario tradicional en cinco misterios, en cada uno de los cuales se pone como intención a uno de los cinco continentes. Las cinco decenas tienen sendos colores, que representan a cada uno de los cinco continentes desde el punto de vista misional, y recuerdan al que reza, la intención misional de cada decena. Hoy como ayer la Iglesia necesita de la fuerza de la oración para ser fiel a la misión de llevar el evangelio de la alegría a todos, esta dimensión orante no solo es para los hermanos de clausura, también es muy apropiada para los ancianos y también para los que denominamos enfermos misioneros, pero sin duda también para los jóvenes y adultos catequistas, el rosario es un pequeño tesoro espiritual que hace bien a todos y obra maravillas.
Veamos con atención algunos aspectos del Rosario Misionero:
1° Misterio, de color verde, se reza por África. El color verde, nos recuerda las verdes selvas habitadas por nuestros hermanos africanos y a la vez el sufrimiento de estas tierras amadas por Dios y muchas veces olvidadas por los hombres. La esperanza es especialmente la virtud de pobres y sencillos de corazón que todo lo esperan de Dios y confían en su infinita misericordia.
2° Misterio, de color rojo, se reza por América. El color rojo, simboliza la sangre derramada por los mártires que dieron su vida durante la evangelización de este continente, hoy también son muchos los que trabajan en estas tierras luchando por que Jesucristo sea conocido y amado luchando por estructuras más justas y donde se respete la dignidad de todo hombre.
3° Misterio, de color blanco, se reza por Europa. El color blanco, nos recuerda a la raza blanca, originaria de este continente y al color de las vestiduras del Papa, que también tiene en él su sede. La vieja Europa necesita redescubrir sus raíces cristianas, hoy es necesario y urgente una nueva evangelización en espíritu de conversión.
4° Misterio, de color azul, se reza por Oceanía. El color azul nos habla de Oceanía, con sus miles de islas esparcidas en las azules aguas del Océano Pacífico. Cuanta belleza y a la vez cuanta miseria donde la acción misionera ha de ser fuente de caridad y amor para estas tierras.
5° Misterio, de color amarillo, se reza por Asia. El color amarillo nos trae a la memoria el Asia, poblado en gran parte por razas de este color. Muchos brazos son necesarios para llevar el pan de la palabra y el pan cotidiano que sustente la vida de millones de familias, con María rezamos por los misioneros de estas tierras y por la iglesia naciente en pequeños núcleos poblacionales.
El magisterio de la Iglesia siempre a animado a que todos los cristianos recen al ser posible diariamente el santo rosario, su Santidad el papa San Juan XXIII rezaba el Rosario Misionero todos los días por el mundo entero, dedicando una decena a cada continente, este es su testimonio personal: «Como Papa debo orar por la humanidad entera y lo hago al rezar el Santo Rosario Misionero: la primera decena por África, la segunda por América, la tercera por Europa, la cuarta por Oceanía y la quinta por Asia». Bueno sería también conocer la Rosario Virginis Mariae de San Juan Pablo II.
Que la celebración de la Virgen del Rosario en este mes de octubre consagrado a su Corazón Inmaculado acreciente en todos nosotros el amor a nuestra Madre y nos ayude también a ser verdaderos apóstoles de Jesús cuya salvación es universal, viviendo las prioridades pastorales de nuestra Diócesis de Málaga que nos invitan a asumir con renovado ardor la hermosa tarea del anuncio evangélico.
Manuel Angel Santiago
Vicario para el Laicado
