- Caritas Diocesana nos invita este Jueves Santo a la solidaridad fraterna, una urgencia que nos llega con el final del confinamiento a la vista
- El Obispo diocesano y el Delegado Episcopal para la Acción Caritativa y Social llaman a la creación de un «Fondo de Solidaridad» para ayudar a los más necesitados
El Obispo diocesano Mons. Adolfo González Montes y el Delegado Episcopal para la Acción Caritativa y Social llaman a los diocesanos a apoyar a Caritas Diocesana para ayudar a las personas y familias más necesitadas cuando acabe el confinamiento por causa de la pandemia, ya que la situación laboral arrojará una importante pérdida de puestos de trabajo. Con este propósito el Obispo publica su Carta a los diocesanos con motivo del Jueves Santo, Jornada del Amor Fraterno. En su carta, el Obispo apoya la acción de Caritas, de cuyo día a día informa el Delegado Episcopal Juan Antonio Plaza. Le preguntamos al Delegado Episcopal por la situación de Caritas Diocesana en estos momentos. Nos responde don Juan Antonio
Don Juan Antonio, ¿qué servicios ocupan estas semanas a Caritas Diocesana?
Seguimos manteniendo los servicios que en función de nuestros medios podemos prestar. Hemos reforzado el servicio de economatos solidarios, prevemos que se van a doblar el número de familias atendidas, actualmente ya son 90, pero esperamos llegar alrededor de 200. Hemos firmado un convenio con el Ayuntamiento por el cual nos comprometemos a ayudar a dar acogida a 20 familias que nos vengan derivadas mientras dure esta situación. No hemos querido asumir más porque no tenemos capacidad de respuesta y porque quien tiene los medios son ellos y Cruz Roja que son los que reciben todas las subvenciones.
¿Qué papel desempeñan las Caritas parroquiales (CCPP) en esta situación?
Estamos dando respuesta y apoyo a lo que plantean los equipos de las Cáritas parroquiales, y son estos mismos equipos quienes se han implicado en trabajos solidarios: confección de mascarillas, batas, jabón… para los asentamientos y para algunos centros de salud. Se está llamando a los voluntarios de las CCPP y se les pregunta ¿Cómo están? Lo agradecen bastante. Otras Cáritas Parroquiales “han cerrado” porque sus voluntarios son muy mayores y por tanto personal de riesgo. Desde aquí procuramos dar respuesta y derivar a las personas en contacto con los servicios sociales del Ayuntamiento y de Cruz Roja.
¿Qué preocupación les inquieta más?
Había dos temas que nos preocupaban sobremanera: Los «sin-hogar» y los «asentamientos». Así lo anunciábamos y lo denunciábamos en una nota de prensa que hicimos pública casi al comienzo de la crisis, hace más de dos semanas. A estas dos preocupaciones le van dando respuesta tanto lo que aquí hacemos en Caritas como las acciones respaldadas gubernamentalmente. Colaboramos con los dos albergues municipales, el albergue de siempre más el albergue nuevo habilitado para la ocasión, a los que suministramos ropa para las casi 200 personas que están confinados en esas instalaciones.
¿Y con el programa de asentamientos?
Con el programa de asentamientos se sigue atendiendo a un número de personas que oscila entre 150 y 200, más las familias que están detrás de estas intervenciones. Hay dos técnicos que llevan este trabajo con la ayuda e implicación de los Equipos de las Cáritas parroquiales, de Levante y Poniente, donde se da esta situación. En este campo el gobierno ha declinado su responsabilidad en otras organizaciones como son «Médicos Mundi» y Cruz Roja.
¿Siguen en Cáritas los servicios de acogida?
En Caritas Diocesana seguimos manteniendo el servicio de acogida y orientación, dos veces en semana nos reunimos y vemos las necesidades nuevas y cómo vamos respondiendo.
¿Quiere decir algo más?
No, nada más. Esto es lo que vamos haciendo en el día a día, sabiendo que lo difícil está por llegar, porque los recursos de las personas que viven al día se van agotando y las necesidades aflorando.
