Como hiciera desde que llegara a Jaén, el Obispo diocesano, Don Amadeo Rodríguez
Magro, ha pasado la mañana de la Nochebuena en la Prisión Provincial.
Allí lo esperaban los responsables de la Pastoral Penitenciaria, un numeroso grupo de
voluntarios y los tres diáconos, para recorrer los distintos módulos en los que los
internos habían montado preciosos Nacimientos. Artesanía, imaginación y muchas
horas de trabajo las que han dedicado los presos a levantar estos Belenes, que cuentan
con preciosos detalles. En cada módulo uno, y todos distintos: escenas de la
Anunciación, Nacimiento incluso de la huida a Egipto se representan en estas obras de
arte creadas por los internos.
El Prelado jiennense no solo ha bendecido los Belenes, y ha colocado al Niño Jesús en
el pesebre, sino que además, ha conversado con los presos. Don Amadeo se ha mostrado
muy cercano con todos ellos, y se ha interesado por sus localidades de origen, además
de preguntarles por sus familias.
El Obispo ha recordado la fecha que se celebra esta noche, recordando que el Niño que
nació en un pobre portal, en Belén, vino a traer libertad, paz y amor a la humanidad.
Los internos, por su parte, ha querido agradecer la visita del Obispo con los cantos de
Villancicos, a ritmo de palmas y guitarras. Algunos ha mostrado su tristeza por no poder
compartir con sus familias estas fechas tan entrañables y en otros brillaba en sus ojos la
alegría por la pronta recuperación de su libertad. Algunos han leído de forma pública
unas hermosas cartas que el Obispo ha recogido para guardar con cariño.
Don Amadeo ha querido trasladar a todos el mensaje que nace de la alegría del
nacimiento del Mesías. Y les ha expresado que aunque estos días los pasen privados de
libertad, la mayor libertad es la que nace del corazón y del encuentro con el Señor.