Olga Caballero, la nueva presidenta de la Agrupación de Cofradías de Córdoba, jurará su cargo ante el Obispo el domingo, 11 de octubre, en misa dominical en la Santa Iglesia Catedral. Junto a ella, jurarán también el cargo los nuevos miembros de la Agrupación.
Ha sido elegida como presidenta de la Agrupación de Cofradías de Córdoba, ¿cómo afronta usted este cargo?
Con mucha responsabilidad, mucha ilusión, con ganas de trabajar por las hermandades, estaremos dispuestos a servirles y a trabajar en todas las inquietudes de cada una, y esperando llegar a lo que realmente se trata, que todos seamos una gran familia y que todo vaya perfectamente a la hora del trabajo y de hacer estación de penitencia.
Es usted la primera mujer que está al frente de la Agrupación de Cofradías de Córdoba. ¿Qué supone esto para usted?
Dar un paso adelante con respecto a la mujer, aunque ya prácticamente está súper integrada. Ya hace mucho tiempo que hay hermanas mayores, camareras… Incluso, casi el cincuenta por ciento de los nazarenos son mujeres. Aunque este puesto tiene más responsabilidad, la realidad es que una mujer trabaja igual que un hombre.
¿Qué ideas, proyectos o líneas de trabajo tiene planteadas para estos próximos años?
Presenté un programa el día 15 de septiembre y ahí entra formación. Creo que es importante estar preparado a nivel litúrgico en una hermandad, también porque la junta de gobierno son los que hacen catequesis con sus hermanos, entonces creo que se puede formar un poco más a lo que hay. Hay muchos grupos jóvenes a los que se les puede dar un matiz de formación para un futuro, ya que son la cantera de las hermandades. También seguir con nuestra obra social que es muy importante, y así se ve que las hermandades no solo son patrimonio, sino que también mucha obra social al exterior. Se ha creado una vocalía nueva de cara al punto de vista jurídico, debido a que hoy en día hay muchos temas como el de Hacienda para el que no estamos preparados, y creo que es bueno que en caso de un imprevisto las hermandades puedan acudir a este servicio si fuese necesario.
Hay gente que se pregunta por la carrera oficial, ¿hay pensado algún cambio?
Creo que el sitio es magnífico y es absurdo cambiar, se ha hecho muy bien y se ha trabajado mucho y entonces no creo necesario un cambio, solo rematar flecos.
Se oyen rumores de un cambio en la distribución de los días, entre ellos la entrada de más corporaciones en la madrugada del jueves al viernes.
Habría que hacer un estudio primero, hace unos años se habló y se comentó. Un cambio así habría que estudiarlo muchísimo, hablarlo, presentar un proyecto, hablar con hermandades, hablar con el ayuntamiento, que ellos cojan una responsabilidad y un compromiso de mucho tiempo, porque esto no sería para un año ni dos, el cambiar hermandades a un sitio como es el Viernes Santo de madrugada. Tendría que ser estudiado muy bien y con mucho compromiso, pero así quedarían huecos para las hermandades que quieren entrar, aunque tenemos un sábado vacío, y sería muy bonito hacer algo con el sábado. Todo depende al final de los hermanos mayores, ellos son los que tienen la última palabra de todo. Se puede proponer, pero siempre serán ellos los que decidan.
Ha sido elegida en una época de incertidumbre y crisis, ¿cómo se asume el cargo en estos momentos?
La ilusión es la misma, pero realmente no es la misma. Yo no sé qué va a pasar de aquí a seis meses. Lo mismo la cosa cambia en una semana que en un mes. La ilusión nunca se pierde, pero es cierto que dentro de las hermandades hay unos cultos que pueden ser súper magnificados, el día a día se irá viendo y las autoridades sanitarias, junto al Gobierno, tanto autonómico como general, irán marcando las pautas a seguir. Si de aquí a seis meses toca trabajar solo de forma administrativa para cumplir los objetivos solo de administración, se trabajará, lo otro llegará cuando toque, de momento, aquí estamos trabajando para lo que se nos necesite.
¿Su previsión para la Semana Santa de 2021?
Lo veo difícil, muy difícil. El costalero es un problema, aunque se puede solucionar; hay ruedas, parihuelas y muchas cosas. El gran problema es ese público devoto que está en la calle, que tú, además de hacer tu estación de penitencia, haces catequesis por la calle y esas personas no las puedes conseguir. No disponemos de seguridad suficiente para mantener a todo el público a una distancia. No tenemos espacio en la ciudad para poner a todas las personas que salen en Córdoba en Semana Santa. Pero como ya digo, el Gobierno y las autoridades sanitarias tendrán la palabra.
¿Se ha notado un crecimiento interno hacia dentro de las hermandades a causa del confinamiento?
Cuando una familia tiene un problema, se hace un bloque, se ayudan muchísimo unos a otros. En este caso ha pasado lo mismo. Cuando las hermandades han pasado por este problema, esta pandemia, se han venido abajo económicamente. ¿Qué ha pasado? Que aparte de venirse abajo económicamente, han luchado y han trabajado por las Cáritas parroquiales y otras asociaciones que no voy a nombrar porque no quiero dejarme ninguna en el tintero. Han trabajado por estas asociaciones y se han hecho una piña a la hora del trabajo y de afrontar la realidad. Es cierto que la ilusión de una hermandad es la calle, pero ahora mismo se han volcado hacia dentro. Los cultos se están haciendo dignamente y de forma magnífica.