El martes 9 de febrero celebramos la fiesta del beato Fray Leopoldo de Alpandeire. Con las restricciones perimetrales y entre provincias activas, este año se estima una menor visita de peregrinos a la tumba del fraile limosnero y una presencia exclusiva de peregrinos granadinos. Desde la Cripta y Museo se preparan para recibir a los visitantes con las medidas sanitarias pertinentes.
El día de Fray Leopoldo tendrá este año un sabor particular. Normalmente serían miles las personas que vendrían desde toda Granada y otras provincias de España, para visitar la tumba querido fraile limosnero y rogar por su intercesión. Este año, debido a las restricciones, serán solo los granadinos los que disfrutarán de la oportunidad de poder visitar su cripta.
Para guardar las medidas sanitarias, este año los visitantes accederán a la tumba del beato accediendo directamente desde la entrada al Museo de Fray Leopoldo en vez de por el templo, como en otra ocasiones. En el pasillo de acceso habrá alfombrillas desinfectantes y gel hidroalcóhilico para los visitantes.
MÁS DE MEDIO SIGLO DE DEVOCIÓN
Son ya más de cinco décadas de historia de los millones de peregrinos que han acudido a la tumba, prácticamente el mismo tiempo que dedicó fray Leopoldo al servicio de Dios y de la caridad con los más pobres de Granada.
Los granadinos acudirán a orarle y ofrecer flores a este beato cuyo testimonio de vida puede ayudar a saber a afrontar tiempos difíciles. “Él tuvo también bastantes dificultades durante toda su vida. Como se movía en la calle, tuvo que enfrentar todos los problemas que se encontraba, como rechazos o insultos anticlericales, que le movían a tener paciencia y a saber estar”, afirma el superior de la comunidad capuchina en Granada, Fr. Francisco Luzón.
Aún existen personas que lo recuerdan paseando por las calles de la ciudad, especialmente por aquellas más inhóspitas o donde la vida era más difícil. Siempre con sus sandalias, su hábito y ataviado con su zurrón, repartía a los más necesitados lo que él mismo mendigaba y encomendaba a Dios las intenciones de todo aquel que se lo pedía.
No eran pocos los que se le acercaban, provocados por su presencia, para pedirle favores del Cielo. De las miles de anécdotas que se cuentan de él, se decía que cuando respondía “reza tres avemarías”, significaba que Dios concedería el favor que se le pedía, pero que si su respuesta era “hay que aceptar la voluntad de Dios”, implicaba que el asunto era inamovible. Fray Leopoldo transmitía dulzura a todo aquel que se lo encontraba y todo aquel que lo trataba podía darse cuenta de su fina personalidad bajo su apariencia se hombre simple
HORARIOS DE MISA
En el día de su onomástica, la parroquia de la Inmaculada celebrará por la mañana una Eucaristía cada hora, desde las 8 hasta las 12 horas. Esta última, la presidirá el Superior Provincial de la Orden Capuchina, Fr. Carlos Coca Cueto, que centrará su prédica en la memoria del beato de Alpandeire.
A las 18:15 comenzará una exposición del Santísimo y rezo del Santo Rosario, que precederán la última Misa a las 19 horas.
Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada