Cáritas Diocesana ha presentado su balance anual, explicando que la entidad atiendió en 2019 a 23.625 personas con una inversión de más de 5 millones de euros y 1.650 voluntarios.
Cáritas Diocesana de Córdoba quiere, un año más, renovar su compromiso de cercanía y ayuda a las personas y familias que sufren pobreza y exclusión social coincidiendo con la Solemnidad del Corpus Christi, el Día de la Caridad. En este sentido, Salvador Ruiz, Director de Cáritas Diocesana ha destacado que “lo hacemos proponiendo nuestra campaña anual y ofreciendo, en un acto de transparencia y responsabilidad, los datos de la memoria correspondiente al año 2019”.
Para el director de la entidad eclesial hay que “visibilizar la labor de los 1650 voluntarios de las 168 parroquias y de los diferentes proyectos de los Servicios Generales que han hecho de su vida un servicio permanente a las personas más vulnerables de nuestra sociedad” y ha recordado que “a nuestro alrededor hay familias en situación de pobreza que siguen necesitando nuestra ayuda, por lo que volvemos a pedir la colaboración de todos y todas para poder continuar con nuestros proyectos de acción social, convencidos de que ‘somos capaces de amar sin medida’.
Durante el pasado año 2019, desde la gran red de ayuda que constituyen las 168 Cáritas Parroquiales y los Servicios Generales de Cáritas Diocesana, han podido atender a 23.625 personas en toda la provincia de Córdoba, con el apoyo de más de 1.650 voluntarios dando respuesta a las principales demandas que se les presentaban (alimentación, empleo, vivienda, gastos de farmacia, formación, transporte…).
La inversión total en programas de intervención social fue de 3.309.793´72 €, de los cuales 26 % provenían de fondos públicos (asignación tributaria IRPF y administraciones europeas, nacionales y locales), y 74 % de fondos privados (socios, donativos y legados). Entre estas acciones, cabe destacar los programas de atención a personas en grave vulnerabilidad, donde se trabajó con 472 personas a través de proyectos de ayuda a personas mayores, discapacitados, enfermos de V.I.H, mujeres en riesgo, jóvenes, inmigrantes y familias en exclusión social, o la acogida y acompañamiento a personas en situación de sin hogar a través de sus recursos (Casa de acogida, dispositivo nocturno, ala de baja exigencia, pisos de acogida para personas migrantes y reclusos) por los que han pasado 818 personas en 2019.
Mención aparte merece el servicio de empleo y la empresa de inserción SOLEMCCOR, que ha podido acompañar a 1126 personas (acompañamiento, orientación, intermediación e inserción sociolaboral), ofrecido cursos y talleres formativos para el empleo a 173 de ellas y contratado a 114 personas en exclusión social en las líneas de empleo desarrolladas desde SOLEMCCOR y Cáritas (recogida de papel y cartón, textil, reciclaje aceite usado, limpieza de edificios, Confección DORCAS, Taberna gastronómica TABGHA y Residencia de ocio y tiempo libre en Torrox). La inversión total en empleo en el año 2019 ha ascendido a 2.365.916 €, de los cuales 6% son fondos públicos y 94% son fondos privados.
Si sumamos la inversión global, Cáritas Diocesana de Córdoba (Cáritas Parroquiales, Servicios Generales y SOLEMCCOR) ha dedicado 5.675.709 € en su servicio a las personas que sufren riesgo o situación de pobreza y exclusión en nuestra provincia. Todo ello sin menoscabo de la cooperación internacional con las Cáritas del Sur, colaborando con proyectos en Tánger (Marruecos), Picota (Perú) y Batate (Guínea Ecuatorial).
Para que gran parte de estos proyectos se lleven a cabo es muy importante la colecta que realizan con motivo de la festividad del Corpus, Día de la Caridad, y que este año se llevará a cabo online, desde el pasado 31 de mayo (Nº de cuenta ES11 0237 0210 3091 5651 3781 Concepto: Corpus 2020 y un código Bizum 33581). Hoy más que nunca la ayuda de todos los cordobeses es imprescindible para la continuidad de la laboral social de Cáritas con los más pobres, ya que tu aportación es necesaria porque #AmarSinMedida en estos momentos puede ayudar a muchas personas a salir de una situación de vulnerabilidad.
El impacto de la COVID-19 en Cáritas Diocesana de Córdoba
La crisis social que surge como consecuencia de la pandemia ha provocado que las medidas de ralentización de la actividad económica y de confinamiento hayan arrojado graves efectos sobre la vida diaria y sobre la actividad laboral y empresarial.
El impacto de la crisis en los ingresos de los hogares ha sido de tal envergadura que ha provocado que tres de cada diez hogares no dispongan ahora mismo de ningún ingreso. Las Cáritas Parroquiales y los servicios generales de Cáritas Diocesana en Córdoba han seguido trabajando al límite de sus posibilidades y de su capacidad para estar junto a las familias más vulnerables. La ayuda más demandada era alimentación, junto con necesidades básicas como suministros, farmacia, higiene, vivienda (alquileres) y mascarillas.
Perfil de nuevas familias:
Las nuevas familias que se han acercado para pedir ayuda responden a nuevos perfiles, sobre todo personas en desempleo prevenientes de sectores precarios como la venta ambulante o mercadillos, limpieza de hogar, camareras de pisos, feriantes y personas que trabajaban en economía sumergida o que han sufrido un ERTE y no han comenzado a cobrar. A estos perfiles hay que sumar un incremento de personas inmigrantes, solicitantes de protección internacional y familias jóvenes con menores.
Datos de Córdoba:
En los dos meses primeros de estado de alarma, las Cáritas Parroquiales han atendiendo a 37.229 personas (12.586 hogares).
Se ha duplicado el número de atenciones que se realizaban en los primeros meses del año, viéndose triplicado el número de familias que por vez primera se acercaban a Cáritas.
El aumento en gasto en este tiempo ha sido del 70 % por encima de lo habitual en las Cáritas Parroquiales. La mayor parte de los ingresos (60%) proceden de donativos de la comunidad parroquial, un 25% de donativos extras (hermandades, cofradías, personas particulares…) y un 15 % del FEGA y otras aportaciones particulares (empresas, por ejemplo, que donan en especie).
Desde los Servicios Generales de Cáritas Diocesana, además de nuestros programas de continuidad con colectivos de grave vulnerabilidad, se han realizado más de 1500 atenciones (alimentación, seguida del pago de suministros, alquileres, empleo y conexiones a internet). Además, Cáritas ha mantenido toda su plantilla de trabajadores en inserción, que aún estando dedicada en parte a sectores que han visto mermada su actividad en esta situación de pandemia, pero se les ha han visto modificado su actividad habitual para, por ejemplo, dedicarse a la elaboración de entre 2600 y 3000 menús semanales para su reparto en zonas vulnerables (principalmente Zona Sur y Palmeras) o la realización de equipos de protección (batas y mascarillas) que se han repartido, junto con mascarillas quirúrgicas, principalmente en parroquias y en nuestros centros y proyectos.