La pasada semana se retiró por completo el andamio de la cara este de la Giralda, permitiendo contemplar la fachada ya casi completa (a falta del cajón de obra que aún sigue instalado), con su recuperada luminosidad y habiéndose consolidado, limpiado y protegida toda la obra de fábrica, piedra, cerámica y metal: las balaustradas de balcones, los paños de sebka, los espejos y azucenas correspondientes a esta fachada y todos los demás elementos ornamentales de la misma.
Con ello son ya tres las caras de la Giralda que se han restaurado, quedando pendiente únicamente por abordar la cara norte, que se pretende acometer tras la Semana Santa, a primeros de mayo.
El deán del Cabildo, Teodoro León, ha publicado una nota en la web de la Catedral en la que informa que en la fachada ahora finalizada “encajaba el fragmento de muralla que cerraba el Corral de los Olmos, donde se situaba la llamada Puerta de los Palos”. “Cuando se derribó esta edificación muy a finales del siglo XVIII, quedó una huella que fue intervenida en profundidad fundamentalmente durante el siglo XIX. Dicha huella –añade- hoy en día presenta una clara diferenciación cromática en el paramento de ladrillo que, con criterio arqueológico, se ha mantenido en la presente intervención”.
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