Cuando aún no ha terminado el curso escolar, tan atípico este año, ya tenemos puesta la mirada en el curso que viene. El martes 2 de junio, por ejemplo, comenzará el plazo para matricular en la asignatura de Religión a los hijos, si se desea que reciban una educación integral que no excluya esta dimensión tan importante para el hombre. Primero será el turno de los niños de Infantil y Primaria. En julio, será el turno de los de Secundaria y Bachiller.
La delegada de Enseñanza de la diócesis de Guadix, Ana Caba, ha escrito una carta a los padres que tienen hijos en periodo de estudios, para que se animen a matricular a sus hijos en Religión. Sin duda, será la mejor opción para ellos, algo que se pone de manifiesto al comprobar que la gran mayoría de las familias, más del 80 %, eligen la asignatura de Religión para sus hijos. Incluso, en Secundaria y Bachiller, unas estepas en las que los mismos jóvenes ya toman parte en esta decisión.
El profesorado, cualificado y en permanente actualización, los contenidos de la materia o la decisión de los padres, como ejercicio de coherencia, son algunos de los factores que influyen en este alto índice de aceptación de la asignatura de Religión, a pesar de lo maltratada que está por las leyes de educación que sacan los gobiernos, como la que se está preparando ahora y que ha recabado el rechazo de amplios sectores se de la sociedad y de asociaciones de padres y profesores. A esa responsabilidad como padres cristianos apela la delegación de Enseñanza de la diócesis de Guadix, para pedir a los padres que matriculen a sus hijos en Religión, una asignatura que, como dice la campaña de este año, permitirá a sus hijos “ser una luz para el mundo”·
Antonio Gómez