Dori Ruiz-Gavilán comparte sus vivencias en Santa María de las Escalonias, un monasterio de monjes cistercienses situado en la campiña cordobesa, cerca de Sierra Morena.
Este monasterio está ubicado en una zona que pertenece al municipio de Hornachuelos, aunque está mejor comunicado con Palma del Río.
Cada vez que puedo, hago una escapada. Se desconecta de lo ordinario de la vida y hacer un alto en el camino viene muy bien. Allí se respira paz interior y exterior. Es un lugar donde se comparte la Liturgia con los monjes, no solo la Eucaristía, sino también el Oficio Divino, conocido también por el Oficio de las Horas porque se reza en siete momentos durante el día, de Maitines a Completas. En la hospedería se vive en silencio, aunque a veces se comparten las vivencias y es muy enriquecedor.
Dios está en todas partes y en cada uno de nosotros, pero hay que encontrarlo en una constante búsqueda interior. Es por esto por lo que necesito esas escapadas. Jesús también se retiraba a orar. Los días que pasó allí no me alejan de las personas, las tengo presentes de otra manera.
En ese clima de paz donde todo te habla de Dios, el entorno es muy importante. Además del silencio del Monasterio, este está rodeado de naranjos y un cielo estrellado fuera de lo que habitualmente se ve en la ciudad.
Cuando vuelvo de ese oasis, solo deseo compartir lo vivido sabiendo que mi vida tendría que ser para los demás, aunque no siempre suele ser fácil. Por eso, recomiendo hacer estas pausas cuando la actividad cotidiana lo permita.
Si alguien se interesa, puede obtener más información en la página web: monasterioescalonias.es
Ana María Medina