El pasado sábado, 26 de septiembre, se celebró la inauguración oficial del curso del Seminario Diocesano y de los diversos Centros de Formación de la Diócesis, todo ello guardando las medidas de precaución y las normas sanitarias por motivo de la pandemia.
La celebración de la Eucaristía, en la Capilla Mayor del seminario estuvo presidida por el Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro y concelebrada por los formadores y un buen grupo de profesores del Seminario, junto a párrocos de los seminaristas y otros sacerdotes de la Diócesis. También, participaron las religiosas y personal de la casa, algunos familiares de los seminaristas y amigos y feligreses de la parroquia de San Juan de la Cruz.
En la homilía, Don Amadeo recordó que el Señor llama a cada uno a su tiempo, e invitó a los seminaristas a hacer de su vida una vida en Cristo. «Que esta etapa haga de vuestra vida una vida en Cristo. Porque os ha elegido para estar con él y para enviaros a anunciar la buena noticia».
En este sentido explicó que «os ha elegido para estar ahora con Él, para después servir a los demás». Además, los animó vivir con paz y alegría y a no dejarse llevar por el rechazo del mensaje de Cristo, sino abrirnos a escuchar el Kerigma, sabiendo que es necesario pasar por el camino de la Cruz, porque no se llega a ser discípulo de Cristo sin aceptar su Cruz. «No basta con admirar a Jesús…hay que aceptar el misterio de la escucha de Cristo, abrid los oídos para escuchar el kerygma». «En la fe no se madura si no aceptamos el camino de la Cruz de Cristo», apostilló el Prelado jiennense.
Don Amadeo invitó a los seminaristas «a estar atentos y a comprender que ahí está el sentido y la felicidad de nuestra existencia», y animó a pedir la intercesión del Espíritu Santo y de la Santísima Virgen en su advocación de la Cabeza, patrona de la Diócesis y patrona del Seminario.
Ya en el salón de actos, tras el saludo a los asistentes, el Rector, D. Juan Francisco Ortiz, presentó a los nuevos compañeros de Introductorio, Juan Alfonso y Antonio José. El Rector animó a emprender este curso con ilusión, a pesar de las dificultades de la pandemia, con la ayuda del nuevo plan de formación sacerdotal «Formas pastores misioneros» y en sintonía con el Plan Diocesano de Pastoral, que este año se centra en la caridad. Finalmente, invitó a todos a no dejar de pedir por las vocaciones.
A continuación, el Jefe de Estudios, D. Juan Jesús Cañete Olmedo, dio lectura a la memoria del curso pasado, y presentó a D. Francisco de la Torre Tirado, encargado de la lección inaugural titulada «Juventud y vejez. Una aproximación al libro de Qohelet.», que además era su última lección como profesor en activo del Seminario.
D. Francisco nos presentó de forma profunda el libro de Qohelet, centrándose en los versículos 11,7-12,8. El poema es una invitación a vivir con alegría el potencial de la juventud, aprovechando su luz para descubrir al Señor «el Hacedor de todo», antes de que lleguen los días oscuros de la vejez. Es una invitación a hacer una profesión de fe en el Creador.
D. Francisco, finalizó su lección agradeciendo la oportunidad de enseñar durante tantos años, y nos invitó a dejarnos guiar siempre por el Señor.
Tras la lección inaugural, el Rector introdujo el pequeño homenaje al conferenciante, que ahora pasa a ser profesor «emérito», recibiendo de manos del Obispo la insignia de plata y oro del seminario. Don Amadeo concluyó el Acto Académico valorando el tema de la lección inaugural, animando a todos a dar gracias a Dios por la Diócesis y por los profesores, y dando por inaugurado el nuevo curso. El acto finalizó con un aperitivo.
Que el Señor nos guíe en este nuevo curso para que sepamos discernir y aceptar con alegría su voluntad.
Comunidad del Seminario Diocesano de Jaén
