El prelado dio gracias por la última peregrinación a Guadalupe en el día de San Juan Pablo II.
Monseñor Demetrio Fernández acompañó a los jóvenes de la Diócesis en su tradicional Adoremus celebrado todos los jueves del año. El prelado presidió la eucaristía acompañado por los delegados de Juventud, Jesús Linares y Rafael Romero. El Obispo utilizó durante la celebración el cáliz profanado por Estado Islámico rescatado de la iglesia sirocatólica de Qaracosh en Oriente Medio, que ha traído a España la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada y que está recorriendo esta semana distintos templos de la Diócesis.
Durante su homilía monseñor Demetrio Fernández tuvo presente a San Juan Pablo II, en el día en que la Iglesia lo recuerda, y al joven Carlo Acutis, beatificado recientemente por el Papa Francisco. El prelado recordó que los milagros no son cosa del pasado, que son actuales y el Señor se sigue actuando entre nosotros a través de los santos.