José Montiel, el conductor del camión que trajo la imagen del Corazón de Jesús que hay en la torre de la catedral desde Córdoba a Guadix, ha visitado al obispo accitano, 75 años después de aquella gesta. Su visita viene motivada por la celebración en 2020 del 75 aniversario de la colocación de aquella imagen sobre la torre de la catedral. Y en este acontecimiento, ya histórico para la ciudad accitana, José Montiel, que ahora tiene 95 años, jugó un papel necesario y de responsabilidad, al ser el encargado de trasladar la imagen desde Córdoba a Guadix.
José Montiel era entonces un joven que cumplía el servicio militar en el parque automovilístico de Córdoba, al que le encomendaron la misión de conducir el camión para trasladar la imagen. Una imagen que medía casi 5 metros de altura, revestida de plomo y fraccionada en varias partes que debían ensamblarse en Guadix, sobre la torre de la catedral, en el lugar definitivo. Y Manuel cumplió bien aquella misión, de la que aún conserva muchos recuerdos. Fue un viaje que duró tres días, solo en la ida, a los que hay que sumar las jornadas posteriores que tuvo que permanecer en Guadix hasta volver a Córdoba.
De este viaje y de sus recuerdos ha hablado José Montiel con el Obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco, en su visita al obispado, el pasado jueves 25 de junio. Como la imagen que llegó a Guadix, el prelado accitano también es de Córdoba y conoce muy bien la calidad artística del escultor que hizo la imagen, Amadeo Ruiz Olmo, valenciano afincado en Córdoba, donde era profesor en la escuela de Artes y Oficios, que ha dejado muchas obras en la diócesis cordobesa -incluso la escultura de la tumba de Manolete-, pero ninguna tan grande como el Corazón de Jesús que corona la catedral de Guadix.
Ahora se cumplen 75 años de aquella entronización del Corazón de Jesús sobre la catedral accitana, como la llamaba el entonces obispo D. Rafael Álvarez Lara, que fue el promotor de la idea y quien la llevó acabo. Una exposición en el Hospital Real de Guadix recuerda hoy aquella gesta, cómo se consiguió subir la imagen a la torre y cómo se bendijo. Entonces, aquella imagen giraba, bendiciendo cada día a toda la diócesis, y su corazón se iluminaba en la noche accitana, como un faro hacia el que dirigir la mirada. Esos mecanismos, se van a intentar restaurar para que la imagen que corona Guadix recobre la singularidad con la que se pensó.
Antonio Gómez