El Obispo ha celebrado el día de la festividad de la Sagrada Familia en la Santa Iglesia Catedral
La Delegación de Familia y Vida ha organizado la celebración de las bodas de Oro y Plata matrimoniales como cada año en la festividad de la Sagrada Familia. Durante la homilía monseñor Demetrio Fernández ha recordado que la Navidad es “clima y ambiente de familia” y hoy celebramos la fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret, que es “reflejo de la comunidad trinitaria”. Dios no es un ser solitario, “es familia”, ha apuntado el prelado.
El lema para la jornada de este año “Los abuelos tesoro de la Iglesia y de la sociedad” pone en valor el papel de “nuestros mayores que han gastado su vida en favor nuestro” ha destacado monseñor Demetrio Fernández. Para la sociedad actual los mayores “estorban” ha apuntado el Obispo y ha pedido que “los protejamos y agradezcamos a Dios el don de los abuelos en las familias”.
El sacramento del matrimonio “afecta a los hijos y a toda la familia” ha recordado el prelado en su alocución y ha pedido a los padres que sigan transmitiendo a sus hijos “el tesoro de la familia según el plan de Dios”, que se fundamenta en el valor de los esposos, varón y mujer, en una apertura a la vida.
Durante la celebración han renovado las promesas matrimoniales las parejas que conmemoraban veinticinco o cincuenta años de casados. Como afirmaron Pilar y Darío, delegados de Familia y Vida “esta celebración es un momento único para dar gracias a Dios por vuestra familia, ocasión para pedir de nuevo al Señor que os siga bendiciendo con su gracia, y además, oportunidad de ser testimonio gozoso de la belleza, verdad y bien de la realidad matrimonial y familiar para tantas parejas que están en camino”.